VALÈNCIA. Hace unas semanas hasta el despacho de la dirección deportiva del Valencia CF en Paterna llegó un ofrecimiento más que fue a parar a la pila de jugadores interesantes. Santi Comesaña, centrocampista del Rayo Vallecano, fue ofrecido por su agencia de representación. Ese jugador responde al perfil que José Bordalás, técnico del primer equipo de Mestalla, y el club, andan buscando desde hace tiempo para cubrir la ausencia del anhelado '6'.
Miguel Ángel Corona, secretario técnico del Valencia, agradeció la proposición de Comesaña, pero pidió tiempo al agente para analizar si el jugador encajaba dentro de los parámetros económicos que determinarán la plantilla del murciélago para la 2022-23. Tal y como publicamos en Plaza Deportiva el miércoles, el Valencia ha congelado su planificación deportiva hasta conocer el desenlace de la final de la Copa del Rey. Aunque el club no ofrece luz al respecto, la explicación es que la plantilla será más ambiciosa si el equipo es capaz de alzar el título y juega competición europea el próximo curso. Además, hasta que Singapur no decida las ventas y, en función de ellas, la entrada de nuevos efectivos en la plantilla, el Valencia 2022-23 encierra numerosas incógnitas. Mientras, Corona recopila información y alimenta las esperanzas de los agentes para que los jugadores interesantes no desaparezcan del radar.
Comesaña es un futbolista que se adapta al retrato robot que demanda Bordalás si no puede alcanzar la contratación de Mauro Aramabarri. Es un '6' con recorrido y experiencia en la liga. Y cumple con los requisitos principales que ha pedido el entrenador para los fichajes ya que conoce la liga española y el idioma castellano. Con el Rayo lleva 53 partidos en primera división (temporadas 18/19 y 21/22), dos goles y tres asistencias.
La lentitud de Singapur para decidir, que perjudica y ralentiza la planificación deportiva del Valencia, no es el único obstáculo para conseguir firmar a Santi Comesaña. Hay más. Económicamente, la agencia de representación del jugador cree que el Rayo Vallecano lo vendería por una cantidad que rondaría los 5 millones de euros, cifra complicada para el actual Valencia, que prefiere cerrar acuerdos de cesión. El centrocampista renovó con el Rayo en 2017 hasta 2023 y su cláusula de rescisión es de 25 millones de euros. No obstante, Raúl Martín Presa, dueño del equipo vallecano, según la información de que dispone PlazaDeportiva, no tiene intención de venderlo y remite al pago de la cláusula.
Luego está el mercado que tiene el jugador. Y entre sus pretendientes anda muy interesado el Villarreal CF, según informó el Diario AS el mes pasado. A diferencia del Valencia, el club amarillo si puede pagar traspaso por Comesaña. Fernando Roig Negueroles, consejero delegado del equipo de La Cerámica, va a reformar el centro del campo del equipo para la próxima campaña y Comesaña es un objetivo decidido tanto si el club juega en Europa como si no lo hace. Si salen Coquelin o Iborra de la plantilla, Comesaña es una opción, pero tampoco se descarta que el Villarreal compre al centrocampista, pensando a largo plazo, y lo ceda mientras trata de hacer hueco en su medular. Las cosas están más claras en Villarreal.
Comesaña será baja en el duelo que enfrente el lunes en Vallecas a Rayo y Valencia. El jugador fue expulsado ante el Granada en el polémico partido de la última jornada de liga. Molesto con el arbitraje, el futbolista se expresó en su perfil de Instagram horas después de su expulsión: "Empate difícil de aceptar. Los errores de otros no quitan el mío. Callar, aprender y seguir trabajando, es lo que toca".