VALÈNCIA. En medio del desplome social, económico y deportivo, el evitar el descenso a segunda división parece tomar la delantera de prioridades en la profunda crisis instalada en el Valencia CF.
En la tarde de domingo el director técnico del club, Miguel Ángel Corona, y el director corporativo Javier Solís han tomado un avión a Singapur con escala en Munich. Ambos viajan para reunirse con el máximo accionista Peter Lim y conocer si este da su aprobación para activar el cambio en el banquillo.
Con la bala malgastada por inacción de los refuerzos en el mes de enero, y con el cambio de criterio con respecto al recambio en el banquillo de Gattuso (Voro ha pasado de definitivo a interino en tres partidos), el club busca dar con la tecla que frene la caída de un equipo que no ha ganado un sólo partido en liga en 2023 y que desde el pasado viernes ocupa ya lugares de descenso.
En estos momentos, y sin tener confirmación por parte del propietario para la contratación de un nuevo entrenador, la realidad es que el club lleva ya varios días moviéndose para buscarle un sustituto a Voro. Los resultados y su constante discurso de rechazo al cargo que ocupa: "Yo sigo trabajando y buscando soluciones, que el club haga el trabajo que tiene que hacer es lo correcto, yo no soy ningún problema. Yo me preocupo de hacer las horas que hagan falta para tratar de mejorar junto al cuerpo técnico, lo demás es decisión del club.", volvió a decir el sábado tras la derrota ante el Athletic, conducen hacia un nuevo cambio de técnico.
De los diferentes nombres que han ido saliendo en la última semana, está totalmente confirmado que el jueves (tal y como desveló el programa "90 Minuts" de 99.9 Plaza Radio) el director técnico comió con Rubén Baraja. Al parecer el ex capitán valencianista accedería a hacerse cargo del banquillo siendo uno de los primeros nombres que aparecen en la agenda de Corona.
La opción prioritaria por la cual el director técnico parece que se habría decantado sería la de Vicente Moreno. Actualmente el técnico de Masanasa, se encuentra en el Al-Shabab de la primera división saudí. Si bien no habría que pagar cláusula de rescisión sí habría que abonar los meses de contrato que le restan a Moreno hasta la finalización de su vinculación con el conjunto asiático. El otro hándicap es que Vicente Moreno pretende blindarse y pide lo que queda de campaña y dos años más de contrato. La ruleta rusa que el club con Lim al frente no pasa desapercibida para los entrenadores que saben el peligro a todos los niveles que supone en un currículum un descenso de categoría con el Valencia CF; "eso ya no lo borras jamás" habría dicho algún técnico sondeado en la última semana y que rechazó el banquillo de Mestalla.
Sea Moreno, Baraja o cualquier otro (han sonado también Fran Escriba, Nuno, Marcelo Gallardo o el Tata Martino), el problema estriba como siempre en los tiempos. Los de Lim y los del fútbol nunca suelen coincidir, y si bien parece que habrá que volver a rendirle visita y pleitesía a Singapur (con el consiguiente consumo de horas que ello conlleva), la idea es que el nuevo entrenador se siente ya el próximo lunes en el banquillo de la finalísima por la permanencia que el equipo afrontará contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez.
Pero para que esa acción se dé con garantías y se pueda ya notar la mano del nuevo técnico, se debería cerrar cuanto antes su incorporación para que pudiera ir acumulando horas de trabajo en Paterna.
Por el momento todo apunta que la maquinaria para el cambio de técnico está preparada, falta saber si desde Singapur apretarán el botón de encendido o si por el contrario volverán a sabotear los engranajes.