Lo del Valencia CF es un fracaso en toda regla. En un grupo como el que tenía estaba casi obligado a pasar y no lo ha hecho por sus propios errores o más bien horrores. Pudo cerrar la clasificación en Bélgica y a partir de ahí lo ha perdido todo
VALENCIA. Adiós a la Champions. El primer proyecto del máximo accionista en la máxima competición dijo adiós a la mejor competición de clubes del mundo a las primeras de cambio anoche tras dar otra lamentable imagen el equipo en su estadio, esta vez ante el Lyon francés, y además venció el Gante su partido ante el Zenit en Bélgica que dejaba a los valencianistas sin opciones de octavos hiciera lo que hiciera.
Gary Neville debutó en Mestalla casi en un día peor para hacerlo que el pasado sábado ante el FC Barcelona. Porque ayer si que de verdad lo tenía todo en contra y porque los jugadores llegaban muy tocados físicamente después del sobreesfuerzo que hicieron ante los catalanes. Y se consumó la debacle. El Lyon jugó mucho mejor y tuvo las ideas mucho más claras que los valencianistas en los que apenas se notó la mano del inglés. Eso sí, el esloveno Jug anuló un tanto totalmente legal a Mustafi que pudo cambiar el rumbo del partido. En todo caso, excusarse en el colegiado sería querer obviar la realidad deportiva del Valencia CF actual.
Peter Lim eligió la noche de Champions para regresar al estadio de Mestalla. Era el debut de su amigo en el banquillo y él regresó al estadio blanquinegro. Y lo que vio es un desastre de equipo. Un equipo totalmente roto que es lo que ha dejado su también amigo Nuno Espírito Santo. Un equipo sin alma, sin fútbol, sin ideas, físicamente muy mermado y psicológicamente reventado.
Lo de anoche era algo que estaba cantado desde el gol del Gante en Francia que los valencianistas conocieron en el aeropuerto de San Petersburgo. Sus caras en Rusia reflejaban la derrota que ayer se consumó. Una eliminación que estaba casi hecha pero que faltaba confirmarse, porque los belgas se jugaban hacer historia y los rusos nada de nada de nada.
Lo del Valencia CF es un fracaso en toda regla. En un grupo como el que tenía estaba casi obligado a pasar y no lo ha hecho por sus propios errores o más bien horrores. Pudo cerrar la clasificación en Bélgica y a partir de ahí lo ha perdido todo. Evidentemente la plantilla ha dejado mucho que desear, pero también se ha evidenciado que la planificación fue muy deficiente el pasado verano. Dar todo el poder a un entrenador, cargarse a una secretaría técnica que trabajaba mucho y fiarlo todo al ojo de un agente amigo ha servido para que el club esté fuera de la Champions a las primeras de cambio. Demasiada juventud pagada a precio de lingote dorado del bueno.
Lim ha vivido en primera persona y en apenas unos meses lo complicado que es el fútbol. Del baño de multitudes que se dio el 25 de agosto en Mónaco a la pitada que se llevó el equipo y por ende su figura al finalizad el partido de ayer en Mestalla. Apenas tres meses de diferencia en los que ha pasado de venerado a generer dudas. El valencianismo le sigue teniendo fe, pero ahora es el momento de que el asiático tome decisiones encaminadas a profesionalizar un club que se ha quedado sin personas de fútbol válidas para formar un proyecto ganador. Los hermanos Neville son un buen comienzo porque son gente de fútbol y saben de que va esta historia. Sin embargo, con eso no bastará y seguramente tendrán que seguir gastando dinero en fichajes y para hacerlo bien deberían conformar una buena área de scouting.
Del partido poca historia. Un Valencia CF roto, en pedazos, no pudo con un Lyon bastante superior en todo y que mató a los de Neville con dos golazos de dos buenos futbolistas. Lacazette y Cornet. Especialmente brillante fue el primero del habilidoso y jovencísimo Cornet. La Champions ya es historia. Ahora toca pelear por no llegar tarde en la Liga a comprar el billete para la siguiente edición. Lim llegó tarde a evitar la eliminación, toca desear y esperar que haya llegado a tiempo de virar el rumbo en Liga. Los Neville tienen mucha faena por delante porque se encuentran un desierto por vestuario.