VALÈNCIA. A base de narices. El Levante tumbó al Albacete en el Ciutat en un partido loco. Eso, desde luego, parece que no lo va a cambiar el nuevo año en el horizonte granota. Los hombres de Javi Calleja empezaron incómodos pero, cuando se conectaron, exhibieron el músculo que no tienen los manchegos. Bouldini renació con un gol regalazo con lazo de Vezo y Pablo Martínez aprovechó el presente de Dani Gómez. Aún así, lo que tampoco va a borrar el 2024 es el continuo ejercicio de funambulismo que vive el equipo cuando de sostener resultados se trata la tarea. El Albacete, por difícil que pareciera al intermedio, acabó empatando. Ocurrieron muchas cosas ya demasiado familiares, y otras un tanto extrañas: un error impropio de Andrés Fernández facilitó el 2-2 al combinado de Rubén Albés. Menos mal que Bouldini ha despertado del letargo.
Y es que el Albacete arrancó mucho más convencido que los granotas. A los cinco minutos, los blancos ya se habían puesto por delante con un tanto de Manu Fuster tras triangulación letal con Riki y Carlos Isaac. El valenciano de los visitantes estaba en visible fuera de juego y eso salvó un inicio agitado. El Alba mantuvo el rumbo y, no demasiado después, encontró una ocasión cristalina: esta vez Fuster fue el asistente de fantasía, entre líneas, para que Escriche errara el mano a mano con Andrés Fernández. Acabó sacando Valle prácticamente bajo los palos. Mientras tanto, el Levante trataba de dar consigo mismo, acomodándose en un sistema que no acababa de funcionar. Solo Pablo Martínez y Carlos Álvarez, diferente y mágico, causaban problemas en el entramado manchego.
Un centro del sevillano tras un gambeteo individual de quilates terminó con Dani Gómez rematando a bocajarro, pero su cabezazo fue al muñeco. Antes, Bernabé ya se había lucido a testarazo de Bouldini justo después del tanto frustrado de Fuster, y el marroquí insistió con un intento escorado ante el meta. A pesar de las dos embestidas, el cuadro de Calleja continuaba perdido, errático, nublado en campo contrario... hasta la tercera del propio Bouldini. Tras un servicio desde la esquina, robo esencial de Vezo dentro de área albacetista, centro bombeado del portugués y 'frentazo' a placer del renacido delantero africano, que anotó 15 jornadas después.
Y el Levante se lo creyó a partir de ese momento. El equipo hinchó el pecho y acabó la primera parte sometiendo a un Albacete desnortado, por más que a los puntos había merecido silenciar Orriols en más de un lance. Pero los de blaugrana ya habían puesto el 'modo cohete': un sutil toque de Pablo generó una contra perfectamente llevada por Dani Gómez, que encaró, amagó, ganó línea de fondo y cedió sobre la línea para que el '10' hiciera el segundo. Corría el descuento del primer acto en el crono y al Levante se le había encendido una luz que, esta vez, no se apagó al paso por vestuarios. Ese era, entonces, el reto. El propósito de año nuevo para el entrenador levantinista... que no se cumplió.
Porque primero Dani Gómez pudo marcar un tercero redondo, pero después, la locura. Juanma, recién ingresado en el verde, metió la tijera. Un centro Álvaro Rodríguez desde la derecha encontró al andaluz, que no cayó en un fuera de juego roto por Dela. Nada pudo hacer Andrés Fernández, que en cosa de cinco minutos cometió, para sorpresa de todos, el error de la jornada para el empate manchego. Un remate al primer palo de Higinio fue a parar a sus guantes, que mecieron el esférico mientras el meta hincaba la rodilla en el suelo. Pero en el momento en que Andrés fue a tierra con la pelota perfectamente embolsada en sus brazos, se introdujo a sí mismo dentro de la portería. Estrambótico. Por suerte para Calleja, que empezó a ejecutar cambios solo cuando vio en el marcador que se avecinaba avalancha, sus alternativas pesaban más que las de Albés.
Entre Lozano y Brugui generaron el desempate al poco de oler la hierba. El valenciano encontró al catalán, y este al renacido. Bouldini llegó como un tanque para apagar el incendio por inmolación del Levante. A partir de ahí intentó aprender a dormir el partido e intentó que nada pasara en el cuarto de hora restante. Un imposible, al parecer, para el elenco dirigido por Calleja. En el 95, Higinio se topó con el travesaño tras una internada de Juanma, que penetró como cuchillo caliente en el frágil lado Dela. La fortuna estuvo del canto granota y los levantinos sumaron una sufrida victoria, más por narices que por la partida de naipes, que les mete de lleno en la batalla de la promoción.
Ficha técnica:
Levante UD: Andrés, Vezo, Dela, Álex Muñoz, Valle, Oriol Rey, Algobia (Brugui, m. 75), Pablo Martínez (Capa, m. 86), Carlos Álvarez (Cantero, m. 73), Bouldini (Rober Ibáñez, m. 86), Dani Gómez (Lozano, m. 67)
Albacete BP: Bernabé, Carlos Isaac (Álvaro Rodríguez, m. 12) (Julio Alonso, m. 83), Djetei (Ros, m. 61), Glauder, Jonathan Silva, Riki, Olaetxea (Juanma, m. 61), Medina, Fuster, Quiles, Escriche (Higinio, m. 61)
Goles: Bouldini (1-0, m. 37), Pablo Martínez (2-0, m. 45+3), Juanma (2-1, m. 64), Andrés Fernández (p.p, 2-2, m. 70), Bouldini (3-2, m. 77)
Tarjetas: Rubén Albés (m. 7) por el Albacete; Álex Muñoz (m. 7) por el Levante