VALÈNCIA. El Levante respira. Todavía quedan resquicios de esperanza en Orriols después de una victoria que invita a fantasear, al menos, con ganar este miércoles al Andorra y, entonces sí, acercarse realmente a las plazas de promoción de ascenso. Un gol de Álex Muñoz sobre la hora de juego le valió al conjunto de Felipe Miñambres para tumbar al Sporting de Gijón, un rival directo en esa misma carrera, y suavizar así la depresión en la que el equipo se había sumido durante los últimos dos meses. Y es que eso es lo que ha tenido que transcurrir, casi 60 días desde el último triunfo, para esbozar por fin una sonrisa. Lo mejor, que el Levante fue superior al combinado de Miguel Ángel Ramírez y, aunque el tanto llegó en un balón parado mal defendido por los rojiblancos, el saco de oportunidades acabó repleto en el lado blaugrana de las cosas.
El Levante encontró tres ocasiones muy claras en los primeros veinte minutos. Carlos Álvarez mandó alto un balón suelo en el punto de penalti -difícilmente las encontrará más limpias el sevillano-, Romero envió un cabezazo al palo y Fabrício puso a trabajar a Yáñez tras un galope marca de la casa. El meta sportinguista evitó que el carioca abriese la lata, pero la realidad es que tras media hora de juego los hombres de Miñambres merecían, con creces, ir por delante. Los de Orriols estuvieron especialmente combinativos a partir de tres cuartos, guiados por un Fabrício físicamente a tono y una adelantadísima posición de Andrés García en el lateral diestro.
No obstante, a Andrés Fernández también le tocó ensuciarse los guantes. El murciano sacó una buena mano al disparo, liberado, de Juan Otero. Poco después, fue Gaspar quien encontró espacio para el disparo dentro del área, pero su intento se marchó directo a Alboraya. Sea como fuere, el Levante era superior al descanso y, a la reanudación, también. Apenas había empezado el crono a funcionar y Fabrício ya había hecho picadillo la espalda de Diego Sánchez dos veces. Esta vez, sendos mano a mano del '12' por el mismo flanco diestro acabaron besando la cepa del poste derecho de la meta de Yáñez. Al final, fue Muñoz y en una jugada totalmente diferente quien abrió el marcador.
Porque a la hora de juego, pocos pensaron que el centro de Lozano desde la esquina, blando y un poco peligro aparente al primer palo, iba a acabar llegando al segundo sin oposición para el lateral alicantino. Álex Muñoz solo hubo de empujar. Prácticamente, meterse con el balón dentro de la portería. Daba igual la forma del tanto y el cuestionable modo en que el Sporting había defendido ese córner. Con la que cae en Orriols, importaba el contenido: el Levante ya estaba merecidamente por delante y entonces la tarea iba de gestionar la ventaja. Los de Miñambres trataron de hacerlo sin bajar el pistón y Fabrício tuvo su último mano a mano con Yáñez. Volvió a parar el portero de Blanes.
Se animó Orriols porque el segundo tiempo no fue tan horrible con los de los últimos dos meses. Y porque las ocasiones no paraban de llegar. El Levante era ostensiblemente superior al cuadro asturiano, por momentos maniatado, aunque con cierta pólvora. Otero probó en un lanzamiento directo de falta, pero poco más. El Sporting parecía entregar la cuchara. Prueba de ello fue un balón aéreo sencillo que se escurrió entre los dedos de Yáñez y que no supo aprovechar Brugui. No cesó el empeño granota y el cazo continuó llenándose de oportunidades para abrir brecha: Andrés García, Pablo Martínez... La premisa era buscar portería y acabar jugadas para no complicar la salida en tromba del rival.
Y aún así, iba a haber un pequeño conato de susto. Una dura entrada de Kocho sobre Diego Sánchez provocó la expulsión del georgiano tras solo un cuarto de hora en el césped. Así que con diez hombres sobre el tapete y siete minutos de añadido, a Orriols le iba a tocar sufrir por un triunfo dos meses después. Hubo que rugir demasiado, pero se consiguió. El primer paso para salir de la depresión fue una victoria por la mínima y en un gol fruto de un grosero error rival, pero la vitamina fue otra. Los granota fueron claramente superiores a un oponente directo en la pelea por las plazas de playoff y el partido del miércoles, ahora, se antoja todavía más crucial. De momento, el Levante camina a cinco puntos del sexto lugar con un encuentro menos.
Ficha técnica:
Levante UD: Andrés Fenández, Andrés García, Postigo (Maras, m. 46), Dela, Álex Muñiz, Pablo Martínez, Lozano (Kocho, m. 71), Carlos Álvarez (Oriol Rey, m. 88), Brugui, Romero (Cantero, m. 82), Fabrício (Dani Gómez, m. 71)
Sporting de Gijón: Yáñez, Pascanu (Róber Pier, m. 63), Insua (Rosas, m. 69), Diego Sánchez, Cote, Nacho Martín, Méndez, Hassan, Gaspar (Mario González, m. 63), Fran Villalba (Queipo, m. 69), Juan Otero (Djuka, m. 77)
Goles: Álex Muñoz (1-0, m. 58)
Tarjetas: Álex Muñoz (m. 49), Carlos Álvarez (m. 64), Kocho (roja directa, m. 85) por el Levante; Nacho Martín (m. 79) por el Sporting