segunda división | real oviedo 3 - 2 levante ud

Con Miñambres también se 'Masca' la tragedia

2/03/2024 - 

VALÈNCIA. El Levante no alza cabeza. No existió el 'efecto Miñambres' en el Tartiere porque desde el primer momento el Real Oviedo fue superior a pesar de que Dela adelantó a los granota en una jugada de pizarra al borde del descanso. Pero ni con la energía del gol al paso por vestuarios ni con un nuevo director de orquesta en el banquillo cambió la gran pesadilla del equipo: la segunda parte volvió a ser un gran desastre. Los de Luis Carrión remontaron en cuestión de un cuarto de hora y con el tanto de Masca, entonces sí, empezó a mascarse esa tragedia. Antes, Oier Luengo había empatado aprovechando cierta zozobra defensiva y, mucho después, Carlos Álvarez logró reaccionar con un golazo. Tanto tiempo tardó el Levante en despertar del golpe, que parecía imposible que perdiese el punto cinco minutos más tarde: otra parálisis defensiva para que Dani Calvo cerrara el partido definitivamente.

El cambio de sistema de Miñambres fue visible desde el primer momento. Con Brugui echado a banda y Fabrício junto a Bouldini en punta, el dibujo arrojaba un 4-4-2 al uso con importantes pinceladas 'made in' el astorgano: ni Pablo Martínez ni Capa, que dejó su sitio a Buba, con quien el técnico había ensayado a lo largo de la semana, tal y como adelantó este diario. Y con esas, el Levante salió a verlas venir en el Tartiere. El Oviedo fue mucho más protagonista en el primer tiempo, pero la más clara la tuvo Fabrício. Un error no forzado y grosero de Dani Calvo en la salida de balón fue a parar directamente a los pies del brasileño, que hizo lo suyo: galopar, encarar e intentar acariciar con rosca para vencer a Román. Sin premio. 

Tampoco lo obtuvo el cuadro carbayón en sus posteriores acometidas al área de Andrés Fernández. Otro error, en este caso granota, en una entrega en campo propio brindó a Masca otra acción clara, pero el '20' de los asturianos se precipitó. Antes, el Oviedo ya había avisado explotando el carril izquierdo de Buba, con un Moyano inspirado. Los locales no provocaron demasiado peligro sobre área rival y el Levante aprovechó una jugada ensayada para ponerse por delante al borde de un intermedio al que el Real Oviedo parecía acercarse con más entereza. A la salida de un córner, volvió a aparecer Dela, como en Cornellà, para fusilar la meta oventense. Esta vez con la colaboración de Leo Román -ese balón pasó por debajo de las piernas del meta, con escasa visión por la nube de futbolistas ante sí-, el central consiguió su segundo tanto de la temporada. 

Con 0-1, el reto para el Levante era cambiar su cara en segundos tiempos con nuevo inquilino en el banco. Era el gran mal endémico con Calleja al mando... y con Miñambres, también. Porque solo habían transcurrido ocho minutos de la segunda mitad cuando el Oviedo empató la contienda por medio de Oier Luengo. Álex Muñoz pidió falta, pero Galech Apezteguía no vio nada punible en un salto de Calvo prácticamente en área pequeña, que acabó mandando a guardar su compañero en la zaga. Con o sin codo en el rostro de Muñoz, los granotas reanudaron sin brío como ya viene siendo costumbre y el Oviedo dio su necesario paso adelante. Tanto que no iba a tardar en llegar la remontada.

Solo seis minutos después, un caramelo al área de Santi Cazorla hizo mascar la tragedia. Y Masca, precisamente, fue el encargado de consumarla. El portugués culminó la gran triangulación entre el ex del Villarreal, Moyano -que ganó la posición con pasmosa facilidad a Buba- y uno de los jugadores de dulce del cuadro carbayón. Estallido en el Tartiere y en el Levante, la misma historia de siempre. Miñambres vivió de primera mano cómo se le cayó el equipo nada más volver a pisar hierba -aunque nunca llegó a ser mejor que su oponente- y hubo de mover el avispero para tratar de despertar a sus pupilos. La solución, borrar del mapa a un aislado Bouldini y colocar a Andrés García en el lateral izquierdo. Y así, llegó la sorpresa. 

No precisamente por ese toque de entrenador, sino por otra genialidad de Carlos Álvarez. El andaluz recogió un rechace de la defensa oventense, despisatada por un fallido intento de despeje de Colombatto. Carlitos recogió el guante y, con el que tiene en su bota izquierda, encontró la telaraña de la meta de Román. Aunque para guante, el guantazo del Real Oviedo solo cinco minutos después de la tímida reacción del Levante. Dani Calvo fue esta vez el encargado de jarrear con agua congelada -más que la tromba que caía del cielo de Asturias- a la salida de un córner defendido con demasiada torpeza. Ni Álex Muñoz ni Dela fueron capaces de impedir que el central oscense entrara como un cuchillo al primer palo. Otro remate a bocajarro poco menos que imposible para Andrés Fernández. Vuelta a las andadas. 

Todavía pudo empatar Pablo Martínez en un lanzamiento directo de falta que se marchó alto. Los hombres de Miñambres, sin embargo, acabaron desnortados. Naufragando en la tormenta del Tartiere. Hasta un rechace desafortunadísimo e impropio de Álex Muñoz acabó complicándole la vida de más a Andrés. Se empleó a fondo el arquero murciano para evitar un cuarto aún más doloroso en el zurrón. Los de Carrión aprovecharon la habitual zozobra granota y su colosal fuerza en su estadio para asediar sin miramientos. El Oviedo fue superior de principio a fin y ninguno de los remiendos del director deportivo granota surtieron efecto alguno. El Levante entregó la cuchara pese al ímpetu de alguno de sus futbolistas y volverá a casa, en otro viaje enterno, cada vez más lejos de la pomada. 

La derrota tiñe todo de negro. No hay 'efecto Miñambres' ni nada que se le parezca. El cambio de sistema o el 'aire fresco' que prometía solo el relevo en el banquillo quedaron en agua de borrajas a las primeras de cambio. Los levantinistas dan un paso más en su retroceso: 12º, están en la peor posición desde que el ejecutivo astorgano se puso en el cargo en Orriols por primera vez hace año y medio. Mientras tanto, lo peor, el Oviedo se escapa: los de Carrión ya están en plazas de playoff y acentajan al Levante en cinco gigantes puntos. Ilusión o obligación de acenso, lo único seguro hoy es que se masca la tragedia.

Ficha técnica: 

Real Oviedo: Leo Román, Viti, Luengo, Dani Calvo, Bretones, Luismi (Jimmy, m. 90), Colombatto, Cazorla (Seoane, m. 74), Masca (Dubasin, m. 74), Sebas Moyano (Paulino, m. 85), Borja Bastón (Alemao, m. 74)

Levante UD: Andrés Fernández, Buba, Dela, Postigo (Andrés García, m. 74), Álex Muñoz, Oriol Rey (Pablo Martínez, m. 46), Carlos Álvarez, Lozano (Iván Romero, m. 87), Brugui (Cantero, m. 90), Fabrício, Bouldini (Dani Gómez, m. 72)

Goles: Dela (0-1, m. 44); Luengo (1-1, m. 53); Masca (2-1, m. 59); Carlos Álvarez (2-2, m. 75), Dani Calvo (3-2, m. 80)

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