El conjunto taronja lleva diez derrotas consecutivas en Euroliga y su situación en la competición se hace insalvable
VALÈNCIA. La Euroliga se le está atragantando a Valencia Basket y mucho después de caer en la Fonteta frente a Zalgiris (63-71). Tras mantenerse a flote en una primera parte que no fue nada fácil por las bajas en la posición de base, Valencia Basket se fue viniendo abajo, una vez más, en una segunda parte en la que la presión y los nervios le superaron. El conjunto taronja se sitúa en la cola de la Euroliga con una racha de diez derrotas consecutivas y un balance desolador (3-11).
El partido comenzó con incidentes, 25 minutos después de lo establecido, porque el reloj de una de las canastas que no funcionaba y tuvo que ser sustituida. Txus Vidorreta revolucionó el quinteto inicial habitual motivado por la baja de Guillem Vives: Sam Van Rossom, Rafa Martínez, Aaron Doornekamp, Will Thomas y Bojan Dubljevic. El partido empezó mal para los taronja. Tres canastas seguidas de los lituanos y Van Rossom, único base taronja, con dos faltas transcurridos menos de dos minutos de partido. La bola no quería entrar para Valencia Basket y es que a 5 minutos del final de cuarto tenía un 0/6 en triples (2-8). Vidorreta puso a Fernando San Emeterio en la dirección de juego para tratar de desatascar el ataque taronja pero la defensa visitante era asfixiante. Esto provocó que los de Jasikevicius se cargaran de faltas y los valencianos recortaron desde la línea de tiro libre. Poco a poco Valencia Basket empezó a encontrar espacios para anotar también en juego. La entrada de Alberto Abalde dio fluidez al ataque taronja mientras la defensa también se veía mejorada. El cuarto terminó mejor de lo que se había podido prever en el inicio (16-19).
Will Thomas abrió el segundo cuarto con el primer triple de Valencia Basket para empatar. A él le siguió Erick Green, quien puso por delante a su equipo por primera vez en el partido (22-19). Sin embargo, el conjunto taronja empezó a acusar los problemas en la posición de base y Zalgiris remontó desde el contraataque. El conjunto taronja no se vino abajo a pesar de la falta de acierto y aguantó bien en defensa. Los tiros volvieron a entrar. Un triple de Rafa Martínez y otro de Doornekamp pusieron la máxima renta taronja (32-27). El holandés estaba a un nivel espléndido tanto en ataque como en defensa. Valencia Basket consiguió irse por arriba al descanso a pesar de las dificultades (36-34).
El tercer cuarto no comenzó bien, con cinco puntos seguidos de los lituanos, que tenían a Micic y a Davies superando los 10 tantos cada uno. Los nervios regresaron a las filas taronja y Zalgiris lo aprovechó (39-45). Van Rossom regresó a pista en ese momento, pero los taronja seguían fallando tiros librados. La vuelta de Dubljevic fue fundamental en ese momento para capturar los rebotes y evitar que los visitantes tuvieran segundas oportunidades. Pero Valencia Basket estaba fallando lo infallable y la ventaja de Zalgiris llegó a diez puntos. Se palpaba la tensión en la Fonteta ante un arbitraje con el que no estaban de acuerdo y unos jugadores muy faltos de confianza. Terminó el cuarto con una desventaja salvable y sensaciones amargas (46-54).
Por desgracia, los lituanos salieron enchufados y su máxima ventaja llegó a los 11 puntos. Valencia Basket despertó pero estaba costando mucho recortar. La presión pesaba. El conjunto taronja movía bien el balón en ataque pero erraba en las finalizaciones y a 5 minutos del final del partido la situación seguía sin mejorar. La reacción parecía que no llegaba y se iba agotando el tiempo pero Erick Green apareció en el momento más crítico con un triple que ponía a los suyos a 6 puntos. Van Rossom conseguía acercar más a Valencia Basket con una bandeja a un minuto del final y las esperanzas regresaron a la Fonteta por unos instantes. Pero un triple de Micic y otro de Milaknis alejaron cualquier posibilidad de remontada (63-71).