VALÈNCIA. Alejandra Quereda vuelve al tapiz olímpico. Y lo hace como seleccionadora nacional. Con el recuerdo de Río 2016, la alicantina vuelve a llenar su presencia del espíritu olímpico. El mismo espíritu que la llevó al segundo peldaño del Olimpo, con una histórica plata cosechada el tapiz carioca hace 8 años.
Todavía retumban los aplausos en el Arena Olímpico del público brasileño tras el segundo ejercicio de mazas y aros logrado por el conjunto integrado por ella y por Lourdes Mohedano, Elena López, Sandra Aguilar y Artemi Gavezou.
De la alegría de Brasil al glamour de Francia. Del ritmo de Río a la elegancia parisina. Alejandra se enfunda el chándal de España y mira a los ojos a Alba Bautista antes de su debut en París 2024. Con una mirada, transmite confianza y tranquilidad. Se cruza de brazos y deja que la magia invada a su gimnasta en el tapiz.
Desde el otro lado del tapiz, confesaba que los nervios se sufren de otra forma: “Como seleccionadora se vive con mucha emoción, con ganas de disfrutar de la experiencia. Son mis primeros Juegos Olímpicos desde esta perspectiva. Ahora se sufre más. Queremos que ellas vivan esa experiencia también.”, confesaba.
“Estoy orgullosa y satisfecha, el cien por cien no existe en nuestro deporte, pero la probabilidad de acierto es muy elevada y mostraremos nuestra mejor versión en el tapiz. Hemos aportado toda nuestra experiencia y conocimientos y ahora lo más importante es aguantar a nivel emociona”, afirma.
La gimnasia hace su presentación en París. Con la alegría de Río y con la exigencia que supone el tapiz parisino.