De vuelta a la batalla más amarga

VALÈNCIA. La vida ha cambiado mucho en casi seis meses. Levante y Racing se enfrentarán este sábado en Santander con los mismos objetivos que cuando se vieron las caras el pasado 9 de octubre, pero con situaciones radicalmente distintas. Tanto que ninguno de los dos están conducidos hoy por el mismo entrenador que medio año atrás: Mehdi Nafti ya no dirige al Levante y Guillarmo Fernández Romo fue despedido un par de meses después, en diciembre, con el conjunto cántabro incrustado en zona de descenso y con 10 victorias en las primeras 20 jornadas. 

Aquella novena fecha del campeonato acabó con el Levante sucumbiendo en el Ciutat (0-1, con tanto de Vezo en propia puerta) y estirando su diferencia de puntos con el ascenso directo hasta los 7. Fue el principio de una nueva era. Felipe Miñambres, entonces fuera de Valencia por el doloroso fallecimiento de su madre, hubo de decidir desde la distancia y, tras una primera toma de contacto de parte del Consejo de Administración la misma noche de la derrota frente al Racing, acabó cesando del cargo Nafti un día después, aunque el franco-tunecino dirigió la sesión junto a su cuerpo técnico.. con las horas contadas.

El Consejo ya había agotado su confianza en una apuesta, del propio Miñambres, que no había tenido una aceptación unánime en el seno granota ya de inicio, a su contratación en verano. A algunos les extrañó la apuesta. Sin embargo, desde que aterrizara en febrero de 2022, el astorgano tenía las llaves de la planificación y el club fue adelante con el fichaje de un técnico que no acabó saliendo como esperaba. El Racing hizo estallar al Ciutat y empezó la 'era Calleja', muy diferente a la anterior, pasando por el interinaje del propio Miñambres en el banquillo, que reeditó el curioso caso del director deportivo-entrenador. 

Mientras tanto, el rival era consciente de la situación deportiva del Levante y de la noche de cuchillos largos que podía vivir Orriols en caso de caer ante un equipo que ya navegaba en las posiciones de descenso. De hecho, uno de los jugadores de Romo en ese momento, ahora de Jose López, el exlevantinista Arturo Molina, ya reconoció en Plaza Deportiva que en el vestuario racinguista se preparaban por si el run run del estadio granota abría una situación favorable para sus intereses. El gol visitante llegó nada más arrancar el segundo tiempo, después de un primero plomizo en el césped y tenso en la grada.

Y es que fue el encuentro de los cánticos contra el palco más estruendosos de la temporada. Seguramente el ambiente más irrespirable de Orriols desde que Quico Catalán asumió la presidencia del Consejo, cuando aficionados descargaron su ira girando a la posición de presidente y consejeros. La tensión desembocó en reacción del club 24 horas después y el inicio de la 'era Calleja' que todavía perdura. La lucha será esta vez ante el Racing de Jose López y en un Sardinero que prevé llenarse en busca d ela permanencia. Y habrá de ser, por el bien granota, una batalla más dulce que la de octubre.