Descifrando el "local management"

VALÈNCIA. El local management es el término de moda en el Valencia CF este verano. Es un poco aquello de "vuestro club lo van a regir en el día a día los vuestros para que estéis más tranquilos". Como si la procedencia del gestor fuera más importante que su obra (ejemplo positivo Mateu Alemany, ejemplo negativo Juan Soler). Es la siguiente vuelta de tuerca tras el "hemos cambiado" del verano pasado. La siguiente capa de maquillaje tras el aviso hace 12 meses de "se requiere un cambio en el liderazgo para recuperar la credibilidad de los aficionados y la comunidad a fin de posicionar al Valencia CF en la senda hacia el éxito".

Escribía Salva Folgado el viernes en estas misma páginas "Llenad el bol de palomitas, acomodaos en el sofá, abrid los ojos. Singapur, siempre Singapur, tiene la respuesta. ¿Autorizará Lim el pago por Pepelu, habrá remanente para fichar a Canós? ¿Realmente está empowered el local management?", y sinceramente creo que acabará respaldando Singapur estas operaciones. Pero no canten victoria porque no lo va a hacer por un cambio en la gestión de la entidad; más bien todo lo contrario.

¿Dónde está Lay Hoon? La presidenta partió hacia su país nada más acabar la temporada con el pretexto de un tema personal. Del tema personal se pasó veladamente a hablar en algunos foros de un mes de vacaciones tras una dura temporada. Estamos ya en el mes de julio y de la máxima mandataria valencianista no hay noticias ¿Hasta cuándo? No hay respuestas.

Que Lay Hoon está a disgusto en la ciudad y con el cometido encargado con Peter es una evidencia que no escapa absolutamente a casi nadie. No le gusta el mundo del fútbol en general, lo considera ajeno a ella y se siente incómoda en todo aquello que la esfera del balompié provoca. Si todo esto ya fuera poco, el nivel de beligerancia contra Meriton que Lay Hoon ha podido comprobar en primera persona ha aumentado su rechazo. Los cánticos y protestas en cada partido, la rueda de prensa de febrero (no ha vuelto a dar la cara ante los medios desde entonces), las pintadas en la puerta de su casa...

Si Lay Hoon pudiera escoger, elegiría sin duda no volver a Valencia. Si en la mano de Lay Hoon estuviera, el club se llevaría ya totalmente a distancia desde Singapur. Se elegiría la figura de un valenciano para ocupar el sillón presidencial, y se dictarían las órdenes a 11.000 kilómetros de distancia, o se convocaría a los ejecutivos escogidos para viajar a ver a Peter cada cierto tiempo. Y si no se encontrara nadie que asumiera el papelón de una presidencia de cartón-piedra, se tiraría con alguien de la casa (¿Se acuerdan de cuándo el verano pasado se buscaba un director técnico y acabaron nombrando a Corona? Pues eso mismo).

¿Es el local management la excusa perfecta para teledirigir un club en liquidación sin el desgaste de tener que aguantar el malestar del valencianismo? La respuesta la obtendremos en breve. Pero me da que excepto por algún tipo de conflicto que pueda generar el contencioso por el nuevo estadio, y la Junta anual de accionistas (por cierto ¿Cómo llevamos la promesa de Kiat de permitir a los accionistas de 9 ó más títulos volver a las asambleas?) el local management es la nueva capa de maquillaje para vender que ahora el club lo dirigen los valencianos, y no volver por aquí. Lo de aguantar protestas del vil populacho no está hecho para ellos.