VALÈNCIA. Las áreas del terreno de juego del estadio José Rico Pérez medían un metro menos de ancho y medio metro menos de largo de lo reglamentado, según reflejó en el acta del partido Hércules-Cornellá, el colegiado Sergio Usón Rosel, del Comité Aragonés.
El árbitro observó esta anomalía en las medidas reglamentarias en la inspección previa que, junto a sus ayudantes, realizó en los prolegómenos del partido disputado este sábado, por lo que pidió al delegado de campo, Quique Sala, que se corrigiera esta anomalía, lo que demoró el inicio del encuentro.
La decisión del árbitro sorprendió a los empleados del Hércules, ya que hace apenas tres semanas el estadio acogió un encuentro internacional de fútbol femenino entre las selecciones de España y Estados Unidos sin que nadie advirtiera esta circunstancia.
"Estamos jugando toda la temporada con esas medidas, por lo que es evidente que no se habían revisado antes", dijo Sala.
El delegado agregó que la actitud del árbitro siempre fue la de "colaborar" y que incluso llamó a sus superiores "para informarse de qué se podía hacer".
"Tras hacer la consulta, me dijo que no se podía jugar así y se lo comuniqué a los dos entrenadores, que no pusieron ningún problema y entendieron la situación", añadió Sala.
El Hércules accedió a la petición del árbitro y los empleados procedieron a borrar las antiguas líneas, que se pintaron de verde, y a marcar las nuevas, ya a las medidas reglamentarias.
Lluís Planagumá, entrenador del Hércules, felicitó al colegiado por hacer su trabajo, si bien aprovechó la situación para recordar que otros colegas durante la temporada no fueron tan escrupulosos en aplicar el reglamento en determinadas acciones disciplinarias.
Tanto las irregularidades en las dimensiones del área como el retraso en el inicio del partido, que empezó a las 19:30 horas cuando estaba fijado para las 19:00 horas, pueden provocar una sanción económica para el club.