El artículo del Código Disciplinario contra el que pelea el Levante por Lozano

VALÈNCIA. "Lanzar desde el banquillo un balón al terreno de juego con la intención de retrasar una puesta en juego". Es la explicación exacta que González Francés plasmó en el acta del Levante - Mirandés sobre la expulsión de Sergio Lozano en el minuto 93, cuando el partido agonizaba en Orriols y el cuadro de Alessio Lisci todavía caminaba por detrás en el marcador. La entidad granota informó de que recurrirá dicha tarjeta roja ante el Comité de Competición porque entiende que no es merecedora de tal sanción, sino, en todo caso, de amarilla. "Lo de Lozano no lo entiendo, el balón se va por el lateral y él lo introduce. La pelota que se marcha es la que introduce él", dijo Javi Calleja en sala de prensa. Y este hecho puede ser clave a la hora de que triunfen las alegaciones y Competición, que habrá de resolver antes del miércoles, ejecute a favor del centrocampista valenciano.

De entrada, según fuentes de cercanas al organismo, es complicado que prospere el recurso porque, como se sabe, los órganos disciplinarios no suelen entrar de oficio en la redacción de las actas de los árbitros -aunque tienen plena potestad para ello-, pues se consideran definitivas y se presumen ciertas. Eso, salvo que exista un error material manifiesto en la redacción. Es esa la principal baza, que la intención de Lozano no fuera "retrasar la puesta en juego" sino devolver el esférico al contrario, y quede así demostrado. Una pretensión que, según las mismas fuentes, se puede considerar subjetiva ante unas imágenes que, por cierto, no fueron emitidas en directo en televisión -en la retransmisión, solo se aprecian las protestas de futbolistas y cuerpo técnico granota a González Francés por la roja a Lozano-. 

Y luego está lo que establece el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y lo que replica la International Board (IFAB). Según el artículo 107 del documento federativo, relativo a "alteración del orden del encuentro de carácter grave", cuando el lanzamiento de balones al terreno de juego "se realice por cualquier futbolista (...) o por cualquiera de los integrantes de los banquillos, la infracción se considerará como una actuación no correcta, y supondrá la expulsión directa del terreno de juego del autor de la misma y la imposición de tres partidos de suspensión". 

Es decir, la Federación sí recoge la expulsión en tales casos, y además con sanción fija. Incluso establece que, de no haber sido identificado el autor de la infracción, la expulsión debe de ser para el entrenador con un castigo de esos tres encuentros, y en este caso como "mínimo". En estas líneas es importante el matiz de "cualquier futbolista", pues la roja no es un castigo que se aplique solo a los técnicos, como se aplicaba por defecto hace algunos años (en ese caso, existen precedentes muy marcados, como el de Diego Pablo Simeone en 2017, cuando trató de cortar deliberadamente una contra del Málaga pateando un balón al rectángulo).

Mientras, IFAB tipifica también como expulsión el hecho de "retrasar la reanudación del juego cuando le corresponde hacerlo al equipo adversario" -en el caso del Levante - Mirandés, es un futbolista rojillo quien ha de servir de banda porque el balón se pierde por el lateral-. International Board también especifica claramente, entre sus ejemplos, "lanzar voluntariamente con la mano o con el pie un objeto al terreno de juego" como acción merecedora de tarjeta roja. Sin embargo, matiza en el apartado "infracciones relacionadas con el lanzamiento de objetos (o del balón)" que, en todos los casos, el árbitro amonestará al infractor en caso de conducta antideportiva -la que correspondería, en todo caso, al acto de Lozano si se considerase que trata de perder tiempo-, o lo expulsará por conducta violenta o uso de fuerza excesiva. 

Sea como sea, en ninguno de los dos documentos se fija necesariamente como amarilla el lanzamiento del cuero al césped desde el banquillo con el objetivo de arañar segundos al crono, pero son estos los matices que caben sobre el recurso por la expulsión de Sergio Lozano. No jugó ante el Mirandés por no estar al 100% debido a molestias musculares en el abdcutor, pero que se prevé esencial de cara al próximo encuentro de Butarque, máxime por el cúmulo de bajas que sufre el conjunto de Javi Calleja. En función de la resolución que responda Competición sobre las pruebas aportadas por el club, se decidirá si elevar las alegaciones a Apelación.