VALÈNCIA. Después de la sanción de cuatro partidos impuesta a Íñigo Martínez por la bofetada a Sergio León en el partido de Liga del viernes, las quejas de Marcelino al respecto y la inclusión del central en la expedición bilbaína pese al castigo, el Athletic a hecho oficial lo que ya había avanzado su entrenador: el club rojiblanco ha presentado recurso oficialmente ante el Comité de Competición.
El argumento del Athletic es que existen precedentes con sanciones de menor calado y que, además, se trata de una acción que no se ajusta al revuelo que el acta del colegiado levantó. Por eso, el club no solo ha presentado recurso para que se rebaje la sanción de cuatro partidos, sino que también ha solicitado la suspensión cautelar de dicho castigo. Es decir, dos frentes abiertos en la lucha legal de los vascos con los estamentos: que el número de partidos fuera de los terrenos de juego sea menor y que, como poco, pueda jugar este jueves ante el Levante.
Cabe recordar que la sanción es la mínima para ser considerada grave (4 partidos o más). Es precisamente esto lo que hace que Íñigo Martínez no pueda jugar, de momento y a la espera de que Competición admita o no llevar el asunto a Apelación, en el partido de Copa. De lo contrario, es decir, de haber sido considerado un castigo leve (de menos de 4 partidos), el zaguero solo los tendría que cumplir en la competición doméstica, que es en la que se impuso la sanción.
Mañana a las 15h debe responder Apelación sobre si se retrasa la sanción y, así, el de Ondárroa puede disputar la vuelta de las semifinales de Copa, ida de la cual ya fue autor del tanto del empate. Eso sí, si el segundo órgano de la RFEF atiende al primer recurso, el de rebajar el número de patidos de castigo, Íñigo también podrá ser de la partida. Los corchetes de la situación en cuanto a tiempo se debe a la resolución de Competición, que resuelve los miércoles y, en este caso, cae en vísperas del partido de Copa.