VALÈNCIA. El Atlético Levante UD luchó como un jabato, hasta el último aliento, por llevarse la victoria frente al Calvo Sotelo Puertollano (0-0) pero, finalmente, no pudo regresar con los tres puntos a la capital del Turia. Y eso que los de Alessio Lisci, que jugaron al final más de 10 minutos con un futbolista menos por la expulsión de Faraj, gozó de varias oportunidades muy claras de anotar pero la suerte no se alió con sus intereses y el equipo granota sumó finalmente un punto que, vistas las circunstancias del encuentro, es bastante valioso y meritorio.
El primer tiempo estuvo ciertamente muy igualado, con tan pocas oportunidades para ambos equipos como equilibradas. La mejor ocasión para los levantinistas llegó pronto, con un libre directo ejecutado por Relu de forma rasa y ajustada al palo derecho pero no entró porque el arquero Simón se lanzó muy rápido para atajar la pelota. Y, si los de Alessio Lisci hicieron temblar a su adversario en los primeros compases, fue casi al final de estos primeros 45 minutos cuando los manchegos inquietaron a Pablo Cuñat. Ribalta condujo sorteando adversarios por el flanco izquierdo e introdujo el esférico en el área visitante, donde aguardaba Iván Limón para engatillar y se quedó muy cerca de hacerlo, con una buena reacción de la retaguardia. Con ello, no hubo tiempo para más en El Cerrú y el partido se marchó en tablas a su descanso.
Tras el paso por los vestuarios, el Calvo Sotelo Puertollano quiso dar un paso al frente pero no con toda la seguridad que le habría gustado a los anfitriones ya que el Atlético Levante UD se mostraba muy peligroso a la contra. Así, Joseda contaba con una buena oportunidad después de una larga carrera y diagonal hacia la frontal de Marc Pubill. Pasado el ecuador de este período, era Benítez el que la cazaba en la frontal y con un tiro muy ajustado al poste izquierdo obligó al cancerbero Simón a hacer una gran parada. El cuadro local respondía con un peligroso cañonazo de Valdivia que rozó la escuadra tras golpear en un zaguero granota pero quien tuvo la mejor ‘chance’ para llevarse el gato al agua fue el conjunto dirigido por Alessio Lisci. Ya en el 95’, el filial colgó la pelota desde muy lejos a la olla y allí se elevó la figura de Catalá para prolongar hacia adentro, buscando un compañero y ese compañero fue Joseda. El carrilero llegó como un tren de mercancías desde atrás y remató con todo, con la mala suerte de que el esférico se perdió rozando la madera. La tuvo el equipo levantinista, que se había quedado con un futbolista menos por la segunda amarilla que vio Faraj en el tramo final pero, en todo caso, un punto valioso en territorio manchego.