El azote de Calleja

VALÈNCIA. Fue un lunes de estallidos. Explotó el Ciutat tras la enésima oportunidad perdida y también explotó Javi Calleja en sala de prensa. El técnico salió a su comparecencia con rostro sombrío, tremendamente severo, y no escondió su decepción por el empate ante el Ibiza. Tal fue el enfado que el madrileño, antes de ponerse delante del cañón para confesarse culpable -junto a la plantilla- de la crisis de resultados que frena el ascenso granota, encontró otros responsables. Calleja señaló algunos nombres y fue más claro e intenso que nunca.

"Carencias evidentes" en ataque

"Llevamos todo el año con unas carencias evidentes de medio del campo hacia delante y nos está haciendo no dar el paso. Sabíamos que ellos iban a intentar jugar a no encajar y nosotros necesitamos más valentía arriba". Fue lo primero que espetó el entrenador preguntado por si la del lunes era "una noche para pedir perdón" o para mantener la confianza en las posibilidades de ascenso directo a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato regular.

Los delanteros del Levante volvieron a acusar una flagrante falta de gol permanente durante el curso y Calleja volvió a subrayarlo. No es la primera vez que ocurre. Ya en marzo, en el empate a cero ante el Albacete en Orriols, el preparador levantinista apuntó a la falta de pegada como uno de los motivos del que hasta ese momento eran las décimo terceras tablas con él en el banco. "Ellos se tienen que exigir. No vale fallar y que no pase nada. Si fallamos un gol nos tiene que doler igual que si nos marcan. Ahora, tenemos que encontrar facilidades para que la gente de arriba pueda rematar", dijo Calleja en cuanto a sus arietes.

Y es que los datos de los delanteros son más que preocupantes. Bouldini acumula 7 goles, los mismos que la pasada temporada en solo medio curso en Fuenlabrada, pero lleva desde febrero sin ver puerta. Wesley, a pesar de sumarse a la causa recientemente, firma unos datos pésimos con solo dos dianas en Liga. Soldado, a quien Calleja volvió a alinear de inicio "porque yo quiero", ha marcado otros dos y el último data de noviembre. Y Cantero, con tres, también enlaza cuatro meses sin anotar. Las estadísticas, unidas a los resultados, hablan muy negativamente de la aportación de la ofensiva levantinista. Sin embargo, tras la lesión de un efectivo en ese terreno como Brugui en enero, técnico y director deportivo acordaron no acelerar por otro atacante en el mercado de invierno.

De Frutos

Otro de los protagonistas del azote de Javi Calleja fue el propio Jorge De Frutos. El segoviano no pasa por su mejor momento y el técnico decidió guardarse su carta como revulsivo. Le introdujo como primer recambio ante la lesión de Rober Ibáñez y el '18' empezó por izquierda, actuando por dentro, ante un Ibiza anclado en un 5-4-1 sin espacios en tres cuartos. De Frutos se perdió ahí y, más tarde, el técnico le dio todo el carril diestro. Allí tampoco fue efectivo. "No está en su mejor momento y hay que buscar que se limpie la cabeza y saque todo el fútbol que tiene. No estamos encontrando al mejor De Frutos... Cuando ha salido tampoco se ha notado", comentó Calleja antes de reconocer que ninguno de sus cambios había surtido efecto. 

De Frutos no era suplente desde noviembre, cuando se sentó en el banquillo del Carlos Belmonte y saltó, en aquel caso sí, para brillar y servir el 2-3 definitivo. El momento del ex del Real Madrid es especialmente delicado, pues tiene encima de la mesa una oferta del club para ampliar su relación contractual -que vence en 2025- con una mejora salarial labrada durante las dos últimas temporadas. Su rendimiento en la campaña del descenso causó furor entre algunos clubes de Primera, sobre todo del Getafe, que estiró el chicle hasta última hora para tratar de convencer a Felipe Miñambres, con 'ok' del chico y su agente en el bolsillo. Ahora la pelota está en el tejado de un futbolista cuyo deseo es jugar en la élite la próxima temporada.

Saracchi ni siquiera calentó

Más allá de las dos declaraciones más potentes de Javi Calleja en sala de prensa, otro de los 'palos' se evidenció durante el encuentro. El preparador de Alcalá de Henares no agotó los cinco relevos y dejó a futbolistas como Saracchi o Mustafi sin calentar. La imagen del central alemán en Tenerife tras ocho meses sin jugar arroja normalidad al hecho de que pasara el encuentro sentado en su butaca, pero sorprendió más -salvo problemas físicos añadidos- la ausencia del uruguayo con el plan de partido que el Levante se obligó a desarrollar en la recta final del partido. 

Además, aunque Álex Muñoz se mostró recuperado, el alicantino ya hubo de frenar la pasada jornada por los constantes problemas en su muslo izquierdo. Ni aún con la posibilidad de volver a perder a una pieza fundamental, ya con signos evidentes de agotamiento, Calleja optó por prescindir de un Saracchi al que parece pasar factura su desliz ante el Zaragoza que le hizo cumplir dos partidos de sanción, más los que se ausentó por su nueva lesión.