El discurso pendular de Baraja

VALÈNCIA. Dos días para el #ValenciaBarça lanzaban las redes sociales del conjunto de Mestalla ayer jueves. Esta mañana destacarán que sólo queda un día para destapar la liga en el fortín de la avenida de Suecia. Pero la expectación del viernes, a 24 horas del partido reside en la rueda de prensa que ofrecerá el técnico, Rubén Baraja, en la Ciudad Deportiva de Paterna. El acto puede recibir una sacudida de última hora que lo caldee si Peter Lim acepta una nueva oferta del Liverpool por Giorgi Mamardashvili.

Por primera vez esta temporada, Baraja se expondrá ante los medios de comunicación después de que el club decidiera anular la comparecencia habitual tras el Trofeo Naranja para protegerse de preguntas delicadas -y de respuestas incómodas- sobre el proceder de la propiedad y de la dirección deportiva en el mercado de fichajes. Seis días después, Baraja responderá. El club retrasó algo que era inevitable. LaLiga obliga a los clubes a que sus entrenadores comparezcan delante de los medios antes y después de cada jornada. La comparecencia de este viernes no la puede anular el departamento de comunicación.

Baraja, al que le aguardan 76 ruedas de prensa en liga más un mínimo de seis en Copa del Rey, agradeció la medida del club de suspender la del Naranja. Durante la temporada es el empleado más expuesto ante los medios porque ni el portavoz, Javier Solís, ni el director deportivo, Miguel Ángel Corona, se exponen más que en las pequeñas entrevistas superficiales que permite LaLiga.

Hay mucha curiosidad ante la rueda de prensa de esta mañana. Rubén Baraja mostrará un talante similar al del curso pasado en situaciones de mercado igual o más comprometidas. Su discurso no pondrá paños calientes a la situación. El entrenador no está contento con la falta de inversión y con el comportamiento de Meriton en el mercado de fichajes y expondrá la situación tal cual es. Será realista, pero lejos de mostrar el tono de autocomplacencia que muestran cada vez que aparecen Miguel Ángel Corona o el propio Javier Solís.

Como ha sucedido otras veces, el técnico, una vez manifieste su postura, puntualizará que, en todo caso, las explicaciones sobre el mercado las debe dar el club, algo que ya dijo hace un año. Además, recordará que el objetivo de la temporada es algo que debe fijar algún representante de la entidad, exactamente igual que sucedió la temporada pasada.

Baraja, que se expresa con inteligencia y prudencia en un movimiento pendular dentro de su discurso, que busca mostrar un equilibrio entre su pensamiento crítico y la postura conformista del club, matizará que se adaptará a lo que suceda al cierre del mercado, aunque su opinión diste de lo que ocurra finalmente. Se adaptara el entorno, de nuevo. Baraja prioriza entrenar en el Valencia CF por encima de lo que Meriton Holgings haga con la confección de la plantilla, aunque es comprensivo con la crisis económica.

En su argumentario pondrá en valor a sus jugadores. El grupo de futbolistas es el que determinará qué sucederá durante la temporada y el técnico va a proteger el corazón del vestuario porque él está en sus manos como cualquier otro entrenador. Baraja incidirá en que tiene que optimizar el rendimiento de la plantilla, sea cual sea esta, y cerrará filas en torno al vestuario.

Probablemente, la única respuesta en la que sea tajante será la relativa a Samu Castillejo, jugador al que sigue esperando que el club le dé una salida para poder inscribir a su sustituto. Ahí no va a ceder.

Su conferencia podría verse alterada por la resolución del caso Giorgi Mamardashvili, pendiente de que el Liverpool suba la oferta por el meta georgiano y de lo que determine el máximo accionista, Peter Lim. La resolución de este asunto le añade pimienta al discurso del técnico.