Quizás una versión más parecida a la siguiente hubiera calado de otra manera... la correcta. La que va en la línea de lo que persigue el club últimamente, mostrar su renovado espíritu y acercarse a su gente...
VALÈNCIA. El miércoles el Valencia CF publicó un editorial en su web que provocó un terremoto. Leyendo la versión original y la traducción del “fake fans” tan literal, intuyes que desde Singapur se quiso dar un golpe encima de la mesa, a muchos kilómetros de distancia, pero ni se acertó en el qué ni en el cómo, volviendo a demostrar que la comunicación no ha sido el fuerte de Meriton desde su llegada. Quizás una versión más parecida a la siguiente hubiera calado de otra manera... la correcta. La que va en la línea de lo que persigue el club últimamente, mostrar su renovado espíritu y acercarse a su gente.
Desde que Meriton tomó el control del Valencia CF, la mayor parte de la afición vivió un proceso de regresión, desde la ilusión absoluta a la indignación total por la sensación de ver al club de sus amores coquetear con el descenso, pero más peligroso aún, navegar rumbo a los arrecifes. Ellos, la mayoría sonora, con su paciencia y su lealtad crítica, han mantenido en alerta a la propiedad sobre la grandeza que representa y proyecta este escudo.
A través de una serie de editoriales, explicaremos a nuestros aficionados, porque en estos años nuestra comunicación no ha sido la mejor -lo vamos entendiendo ahora-, todo lo que Meriton ha hecho para ayudar al Valencia cuando agonizaba financieramente, arrastrando graves problemas del pasado, siempre con las miras puestas en regalarle a nuestros aficionados sensaciones tan gratificantes como las que disfrutamos en la actualidad.
No fue un punto de partida sencillo para Meriton: deudas extremadamente altas, un estadio inacabado con más de una década de antigüedad, Porxinos... pero desde el principio creímos en la fuerza de este proyecto, de este gran club, ese corazón valencianista que latía con una fuerza inusitada para mantener sus constantes vitales instalado en la UCI.
Peter Lim invirtió más de 200 millones para revertir la agónica situación del club. Después de una primera temporada maravillosa, con la vuelta a la Liga de Campeones, pero más importante aún, de recuperación del orgullo y de la ilusión de nuestra gente, nunca se ha valorado correctamente el valor decisivo de la ayuda del propietario. Desde el club no hemos sabido explicarlo y los malos resultados posteriores generaron un torbellino de críticas y malestar entre nuestros aficionados y el entorno que no han ayudado a una buena conexión.
Pasados estos meses, sin duda, un arduo proceso de aprendizaje y desde la calma en la que vivimos actualmente, queríamos agradecer a esa gran afición, cuyo amor al blanquinegro ha demostrado ser de una pureza extrema, su paciencia, sus críticas, su exigencia... todo ello nos ha ayudado a entender aún mejor la grandeza de esta institución capaz de competir entre los clubes más poderosos de Europa cuando se ha trabajado con destreza.
La historia dice que el Valencia CF es capaz de discutir títulos, que esa es su obligación, competirlos, ponérselo complicado a proyectos mucho más potentes con herramientas como el trabajo, la imaginación, el compromiso, la cantera, el acierto y ese corazón impulsor de ilusión que es Mestalla y su gente, nuestra gente, vosotros. Con todo esto el sueño de celebrar algo grande puede hacerse realidad, porque ya ha ocurrido y trabajamos duramente para que se repita.
Escenas como las de algunos aficionados increpando a nuestros jugadores en el autobús o a la salida del estadio son como un estigma. Ni las aprobamos ni las olvidamos, pero son la marca del descontento, de lo que hemos dejado atrás gracias a las incorporaciones de dos grandes profesionales como Mateu Alemany y Marcelino. Su liderazgo y preparación ha demostrado que muchos de nuestros jugadores eran válidos para un gran VCF, que fue un acierto su fichaje. Pero ahora el contexto es mucho más profesional y están rindiendo a niveles máximos. Otra etapa más en este aprendizaje para conseguir que Mestalla esté orgulloso de su equipo, como ocurre en la actualidad.
Querida afición, sabemos que no va a ser fácil, que surgirán problemas, pero con el equipo que formamos en los despachos y en Paterna, encontraremos las mejores soluciones. Esta siempre ha sido la intención de Peter Lim y de Meriton desde su llegada a Valencia. Por eso queríamos daros las gracias e invitaros a saborear este gran momento, pero sin perder la perspectiva, la humildad ni el sentido común. Unidos detrás de nuestro entrenador y nuestro equipo somos mucho más fuertes. Amunt VCF.