El efecto que provocó en el Hércules la llegada al banquillo del entrenador Claudio Barragán se desvanece cuando se cumplen tres meses desde su llegada
VALÈNCIA. El efecto que provocó en el Hércules la llegada al banquillo del entrenador Claudio Barragán se desvanece cuando se cumplen tres meses desde su llegada, ya que el equipo alicantino, cuyo objetivo es el ascenso, permanece en una situación casi idéntica a la que tenía antes de su llegada.
El Hércules, tras la derrota ante el Alcoyano (1-2) se sitúa a cuatro puntos de la zona de promoción de ascenso, la misma distancia a la que se encontraba cuando tras la novena jornada del campeonato fue destituido el anterior entrenador, Gustavo Siviero, a mediados del mes de octubre,
Con el preparador argentino, el Hércules sumó 12 puntos de 21, el 44% de los que estaban en juego. Con Claudio Barragán, que ya acumula 12 encuentros en el banquillo, el Hércules ha logrado 18 puntos de 36, el 50% de los que estaban en disputa.
Tras un inicio prometedor, aunque amparado en cierta dosis de fortuna ya que tres partidos, ante Peña Deportiva, Baleares y Mestalla se ganaron en los últimos instantes del encuentro, el Hércules ha ido a menos, sobre todo como local, donde acumula más de dos meses sin lograr la victoria.
El equipo llegó a situarse en zona de promoción durante dos jornadas (décimo cuarta y la décimo quinta) llegando incluso a disponer de la opción de asaltar la segunda plaza, pero una derrota ante el Saguntino (1-2), la primera de la era Claudio, lo impidió.
El desplome del Hércules ha llegado, curiosamente, cuando ha recuperado a algunos jugadores importantes que habían permanecido lesionados, como Juli, Moha, Carlos, Óscar Díaz o Miñano.
La mala imagen ofrecida ante el Alcoyano provocó la protesta de la afición, que teme que el equipo, tal y como sucedió la pasada temporada, vuelve a quedarse descolgado de la lucha por las eliminatorias de ascenso antes de finalizar el invierno.