opinión | peleando a la contra

El empate como mal menor

El partido deja algunas enseñanzas para la Liga: Mayoral (no sólo por el gol y la cruceta) puede ser un delantero superlativo para este equipo; Doukouré y Prcic deben ser impotantes en la medular; Aitor es un portero de garantías. Y confirma de nuevo el gran temor: la fragilidad de la zaga, que podría mermar las inmensas posibilidades de este equipo.

31/10/2018 - 

VALÈNCIA. El Llevant saltó al Anxo Carro como lo que era antes del pitido inicial: un agregado de futbolistas que nunca habían jugado juntos un partido oficial. Ya en la segunda mitad comenzaron a parecer un equipo. Las imprecisiones y los desajustes recordaban un encuentro de pretemporada y, en la primera mitad, sobre todo por parte del Llevant, hasta una pachanga de solteros contra casados. La regañina de López en el vestuario debió ser de aúpa.

Y es que ese Llevant indolente e impreciso de los primeros 45 minutos pudo poner la eliminatoria muy cuesta arriba. Pese a un mano a mano desperdiciado por Dwamena y alguna otra ocasión, el Lugo, con un fútbol directo y vertical, mereció llevarse al vestuario un marcador más amplio que el 1-0. Además de desbordar una y otra vez la frágil defensa blaugrana y de llegar con facilidad a las inmediaciones de Aitor, el trencilla le escamoteó un penalti de libro, unas infantiles manos del ariete ghanés. Ni los levantinos daban crédito cuando González Fuertes gritó "sigan, sigan". En este periodo el desbarajuste en línea de zaga fue alarmante; Moses y Samu se mostraron imprecisos e inocuos en las bandas; Dwamena, torpe y fallón. Doukouré, Prcic y Mayoral mantuvieron en pie al equipo como pudieron.

Sin embargo, salvo los centrales, el equipo era nuevo y es comprensible la falta de compenetración y de entendimiento. Para cualquiera de los que jugaron ayer es mucho más sencillo incorporarse a una estructura táctica y posicional que ya funciona y que está bien acoplada, lógicamente. Por tanto hay que relativizar y atenuar el rendimiento individual.

En cualquier caso, el paso por el vestuario mejoró las cosas de forma notable: Paco López sacrificó a Moses para que acudiera al rescate de Pedro López; Prcic estuvo más pendiente de cubrir las necesidades de los zagueros; y, de forma insospechada, Samu García se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la noche: asistió el gol de Mayoral, le regaló otro esférico que repelió la cruceta, sirvió con criterio el balón parado y estuvo a punto de hacer el segundo en un testarazo que repelió Varo. Un hombre completamente distinto al del primer tiempo. En el 73' abandonó el terreno de juego. Pasado de forma tras muchos meses sin competición si López le dio la titularidad, a pesar de su singular situación, seguro que había buenos motivos para hacerlo.

El Llevant, ya en la segunda parte, se sintió muy superior, aunque Muñiz desperdició un mano a mano con Aitor que hubiese complicado las cosas. López no quería el empate y metió artillería en el campo: Jason y Bardhi ofrecieron profundidad en ataque y clarividencia combinativa en el balcón del área albivermella. El gallego, de hecho, remató al palo y los granota acabaron volcados sobre la meta rival.

El partido deja algunas enseñanzas para la Liga: Mayoral (no sólo por el gol y la cruceta) puede ser un delantero superlativo para este equipo; Doukouré y Prcic deben ser impotantes en la medular; Aitor es un portero de garantías. Y confirma de nuevo el gran temor: la fragilidad de la zaga, que podría mermar las inmensas posibilidades de este equipo.

Aitor (7); Pedro López (4), Pier (5), Chema (3), Luna (4); Moses (4), Doukouré (7), Prcic (6), Samu (7); Mayoral (8) y Dwamena (4).

83' Bardhi (7) por Moses.

73' Jason (7) por Samu

Paco López (7)

1-0 10' Cristian Herrera

1-1, 52' Mayoral