VALÈNCIA. Rubén Rochina emplazó ayer la decisión sobre su futuro para un futuro cercano. El saguntino acabará contrato con el Levante el próximo 30 de junio y desde el pasado enero sabe que es libre de negociar con cualquier club. Sin embargo, todavía no tiene un destino 100% claro donde recalar la próxima temporada. Su renovación se enquistó en la duración de su nuevo contrato y, desde entonces, la situación no ha avanzado hasta el punto de incluso afectar al centrocampist en su rendimiento en la segunda parte de la temporada. Combinó buenos momentos -jugando incluso fuera de posición a causa de las bajas que se cebaron con la medular levantinista- con desconexiones totales que, a la postre, le llevaron a desaparecer de las últimas clases del curso. Cero minutos en las últimas cuatro citas ligueras dejan claro el bajón de Rochina y su desvinculación del club granota también a nivel mental.
Su libertad legal para poder negociar con cualquier entidad cuando 2021 llegó al mundo no descartó, aún así, posibilidades de llegar a un acuerdo para continuar en el Ciutat, pero eran mínimas. La ventana del Granada se abrió a medida que murió la temporada, pero en Los Cármenes andan hoy ocupados tras el adiós repentino y "por agotamiento" de su entrenador, Diego Martínez, que no veía con malos ojos la llegada del valenciano a sus filas. El club nazarí reclutaría al que fue su futbolista libre y haciéndose cargo del algo más de millón de su salario, pero la situación, por el momento, no está del todo clara. Es cierto que Rochina tiene domicilio en Granada y según apuntan desde allí, el inquilino que reside en él se encuentra en proceso de mudanza. Es Roberto Soldado, que tiene contrato por una temporada más con los franjirojos. Un detalle que, de momento, no alberga importancia para la salida del de Sagunto.
Se hace evidente que Rochina ve con muy buenos ojos volver al conjunto andaluz, la que fue su casa durante dos temporadas, entre 2014 y 2016. Es un club, además, en el que puede entender un salto hacia delante tras lo visto esta campaña entre Orriols y Los Cármenes. Aún así, ese no es todavía su destino 100% cerrado, a pesar de encarrilar su aterrizaje durante la segunda vuelta del campeonato. Lo que es seguro es que abandonará Valencia y en el Levante es Pablo Martínez, cuando regrese de su cesión en el Mirandés, el principal candidato, pretemporada mediante, para ser su sustituto en la plantilla de Paco López, quien también tendrá que darle el visto bueno.