El gol de Estudio Estadio (y de Fernando)

VALÈNCIA. La queja generalizada de la poca atención que los medios con sede en Madrid y difusión en todo el territorio nacional han hecho y hacen del Valencia CF, es casi tan antigua como la propia fundación del club. Incluso en el año del doblete con una implantación ya generalizada de los medios locales, con especial peso de Canal 9 y de Ràdio Nou a nivel audiovisual se hizo famosa una frase dedicada al colectivo arbitral, pero no tan sólo a los colegiados "Algunos tenemos que hacer el doble para conseguir la mitad".

Por eso cada aparición o reconocimiento al conjunto de Mestalla se puede ubicar casi como noticiable debido al mensaje casi único de las televisiones o radios con sede central en Madrid. Si ahora el relato es cansino por saturación, en los 80 lo era por brevedad. En la España mediático-deportiva de los años 80 el fútbol casi no se televisaba en directo (a excepción de los partidos de la selección española absoluta), y si algún sábado caía algún partido de liga en la pequeña pantalla el 90% de las ocasiones era para televisar al equipo capitalino; lógicamente por TVE, que como decía el maestro José María García con mucha sorna era "la mejor televisión de España" (no había otra).

El único refugio para poder seguir a tu equipo más allá de sacarte el abono (si residías en la misma ciudad) eran los carruseles de la radio los domingos por la tarde (horario unificado a las 17 horas) y a nivel de imágenes el mítico "Estudio Estadio" que cerraba el fin de semana. Nos vamos a ir hasta septiembre de 1987, al comienzo de esa campaña que era la del retorno del Valencia CF a la primera división tras su descenso en la 1985/86 y su ascenso en la 1986/87.

Nos situamos en la tarde del 27 de septiembre de 1987 y visita Mestalla el Real Murcia. Como dato anecdótico cabe recordar que el Valencia CF aún vestía totalmente de blanco, circunstancia no contemplada por el equipo pimentonero quien se plantó en el entonces Luís Casanova con su primera equipación: camiseta roja, pantalón blanco y medias blancas. Ante tal circunstancia el colegiado de la contienda, el bilbaíno Ildefonso Urízar Azpitarte obliga al equipo murcianista a cambiar el color del pantalón para evitar confusiones. Como los visitantes no trajeron equipaciones de repuesto, el Valencia CF ofreció gentilmente los pantalones de color azul del segundo uniforme realizado entonces por la marca valenciana Rasán en su primer año vistiendo a los de Mestalla. Problema solucionado... con matices. Las tallas eran las que eran y más de un comentario hubo en la grada para mofarse de lo ajustadito de algunos pantalones en algunos futbolistas del once murciano. Dio para cierto cachondeo el asunto.

Pero el hecho al que queremos referirnos ocurrió durante el partido, casi ya hacia el final. El Valencia CF ya vencía 1-0 gracias a un gol del castellonense Pedro Alcañiz al filo del descanso. Pese a un gol anulado al equipo visitante por fuera de juego, el equipo que dirigía Alfredo Di Stéfano (qepd) controlaba bien la situación. Hasta tal punto que cerraría el partido con un gol de bellísima factura. 

Todo comienza en Quique Sánchez Flores quien en el minuto 89 realiza un saque de banda justo delante del banquillo visitante y perfilado un tanto hacia la derecha del ataque local (la portería rival en ese segundo tiempo era en la que recae justo donde se ubica la grada de animación). El balón lo recibe a escasos tres metros Javier Subirats. De espaldas a la portería recibe la pelota y la controla con el interior de la pierna derecha. Sin que la pelota caiga al suelo, da tres toques más con el empeine de su pie diestro. Entonces gira y remata su sensacional malabar también sin dejarla caer y con la izquierda, al pasar la pelota a la media vuelta sobre la subida por la banda de Paco Ferrando quien de cabeza y picando el balón en el césped la devuelve de primeras nuevamente a Javier Subirats. Subi hace un control orientado en el primer toque para filtrar en el segundo un balón al hueco que crea Fernando Gómez en su desmarque de ruptura dividiendo a los centrales. Fernando recibe y controla de espaldas a la portería defendida por Iñaki Vergara. Con un sutil toque el guante que tiene Fernando en su pie derecho eleva con un primer golpeo el balón. Sin dejarlo caer hace un segundo control también con la derecha mientras va acomodando su cuerpo, por eso tras el segundo toque sin dejar caer la bola, esta le rebota en su muslo izquierdo. La exquisita calidad del de San Marcelino convierte ese rebote en un nuevo control de la pelota que va a parar nuevamente a su pie derecho. Sin que la pelota llegue al césped se produce un tercer toque. Entonces Fernando gira cuando la pelota cae tras el tercer contacto y a la media vuelta y desde el borde del área suelta un latigazo a la escuadra izquierda de la portería rival para hacer el segundo gol para delirio de la grada.

La belleza de la diana fue de tal calibre que a las pocas semanas Estudio Estadio decidió incluirlo en la cabecera del programa con varios goles más conseguidos en esa temporada. La situación fue muy comentada en la calle y entre los socios que cada 15 días se daban cita en el estadio dada la poca difusión que en RTVE se hacía del equipo valencianista, y más teniendo en cuenta que le colgaron la etiqueta de equipo "recién ascendido". Algún comentario en esa dirección hizo el entonces presentador, José Ángel de la Casa, que le valió tener que retractarse en días posteriores.

El gol es de los más espectaculares que uno recuerda, pero Fernando Gómez acumula tal colección de goles vistosos que no lo considera el mejor de su carrera. Ese fue en el viejo San Mamés y de él, hablaremos otro día.