VALÈNCIA. El Hércules, que el domingo visita al Cornellá, equipo con un terreno de juego sintético, acumula un año y medio sin ganar un partido oficial sobre césped artificial sobre el que ha jugado cuatro veces entre la pasada y la actual campaña con tres derrotas y un empate.
La última victoria en césped artificial se remonta a octubre de 2019, cuando venció precisamente en su visita a Cornellá y posteriormente, antes de la paralización de la competición por la pandemia, solo fue capaz de sumar un empate en su visita al Ebro, último partido antes de la declaración del estado de alarma.
Esta temporada la tendencia ha empeorado de forma notable, ya que los tres partidos disputados en superficie sintética han finalizado con derrota ante Ibiza, Atzeneta y Peña Deportiva.
A pesar de estos precedentes tan negativos, ni jugadores ni cuerpo técnico han puesto nunca como excusa la superficie del campo, si bien admiten que siempre es un detalle externo que complica los partidos por la falta de adaptación.