VALÈNCIA. El Hércules visita este domingo (12:00 horas) al Llagostera, rival directo, con la obligación de ganar para certificar su presencia en la Segunda B Pro y evitar caer a la cuarta categoría del fútbol español.
Al equipo alicantino no le vale ningún otro resultado que no sea la victoria ante un rival que no ha perdido esta temporada en su estadio y al que el empate le vale para asegurar su salto a la nueva categoría.
El partido, calificado por el vestuario del Hércules como una final en campo visitante, llega rodeado de polémica, ya que el club alicantino intentó, sin éxito, retrasar su celebración al considerar que no llegaba a la cita en igualdad de condiciones que su rival, mucho más descansado.
El entrenador, Manolo Díaz, y los jugadores son conscientes de que están ante una cita histórica, ya que en caso de no lograr la victoria el Hércules, que estaba diseñado para pelear por el ascenso a Segunda División, se quedará a dos peldaños del fútbol profesional, la peor situación deportiva desde su fundación.
Díaz no podrá contar para este partido con el francés Kevin Appin, baja por una lesión muscular, pero recupera a Javi Pérez, quien cumplió sanción la pasada jornada.
El técnico no ha dado pistas sobre la posible alineación, aunque ha pedido a su equipo que, pese a tener la obligación de ganar, debe ser paciente y esperar su momento.
A pesar de la fortaleza del rival como local y de las condiciones externas al juego, como el horario del partido y el campo sintético, el entrenador madrileño asegura que su equipo está capacitado para ganar y salvar una temporada clave en la historia de la entidad.
La posible alineación será la formada por Falcón; Raúl Ruiz, Tano Bonnin, Romain, Álex Martínez; Pedro Sánchez, Armando, Moyita, Abde; Buenacasa y Manu Garrido.