VALÈNCIA. Maxi Gómez solo necesitó 18 minutos para marcar su segundo gol con la selección de Uruguay. Es un delantero centro nato. Con instinto y mucha calle. El futbolista del Celta jugó de titular en el amistoso ante Panamá, preparatorio para la Copa América que comienza el próximo día 14 en Brasil. Uruguay va a por todas. Maxi, también. Aunque en un principio Óscar Tabárez cuenta con una pareja de inicio formada por Luis Suárez y Cavani, el toro Gómez aspira a hacerse un nombre en el panorama futbolístico mundial. El Valencia debe mover ficha con urgencia. En ese torneo, el futbolista puede revalorizarse. El Celta sabe que no puede retener a un jugador como Maxi. Salvo que sea gallego. Y no es el caso. ¡Hay que ficharlo ya!
A sus 22 años, Maxi Gómez es el heredero de Luis Suárez en Uruguay. Todo apunta a que también será su sucesor en Europa. Porque Maxi presenta mejores registros goleadores que Luis Suárez a su edad. En sus primeras temporadas en el viejo continente, cuando ambos dieron el salto desde Uruguay a las ligas española y holandesa, el delantero del Celta cuenta con unas cifras que superan a las de su compañero en la selección. Incluso jugando en un campeonato más competitivo como es el nuestro.
Tanto Maxi Gómez como Luis Suárez militaron en un equipo puente cuando aterrizaron en Europa. En ese club de formación, para Suárez el Groningen holandés, el azulgrana marcó 10 goles en su primera temporada y 17 tantos la siguiente campaña ya como futbolista del Ajax. En el Nacional uruguayo, Suárez había marcado 10 goles, lo que le permitió cruzar el Atlántico. En su segundo curso en Amsterdam, marcó 22. Explotó en su cuarto año europeo al lograr 35 goles en la campaña 2009-2010. Esos números le permitieron fichar por el Liverpool.
Maxi no ha necesitado tanto tiempo para destaparse. Sus buenas campañas en el Defensor uruguayo, 14 goles, despertaron el interés del River Plate. Pero el futbolista no quiso viajar a Argentina y optó por el desembarco europeo. El Celta fue su destino. En su primer año en LaLiga marcó 18 goles. Tal era su interés por crecer, que desoyó millonarias ofertas de Asia porque siempre priorizó lo deportivo a lo económico. Lo mismo le sucede ahora. La Premier tira de talonario. Pero Maxi solo muestra interés cuando su amigo Luis Suárez le habla de lo espectacular que es una competición como la Champions. València le ofrece esa opción.
Balaídos no deja de ser un club de aprendizaje. Un caladero en el que el Valencia debe pescar. Un paso previo en el que demostrar si vales o no para jugar en Mestalla. Para llegar al Valencia, hay que dar un paso previo. Lo hizo Villa con el Sporting y el Zaragoza, al igual que otros futbolistas que tuvieron que completar etapas como Silva (Eibar y Celta) o Baraja (Valladolid y Atlético). Al Valencia no se viene a aprender, hay que llegar con el máster hecho. Maxi está sobradamente preparado. Y gracias a Eugeni Alemany, impulsor del emoticono de la paella, sabemos cuales son sus intenciones cuando el futbolista hizo un guiño a la terreta en redes sociales.
Marcelino considera a Maxi Gómez un futbolista necesario para que el Valencia pueda dar el obligado salto cualitativo. Es un jugador de diferente perfil al que existe en la plantilla. La experiencia del año pasado, con una sequía goleadora que hizo resquebrajarse los cimientos del club, obligan al fichaje de un goleador. El equipo necesita un 'nueve' de área. Un rematador. Con el contragolpe se llega hasta donde se llega. Pero es necesario mejorar el fútbol en estático. Sobre todo porque muchos rivales vendrán a Mestalla a cerrarse. Ya nos han cogido la matrícula. Somos los campeones de Copa. Pocos equipos nos van a jugar a campo abierto, como lo hace el Barça o el Betis, sabiendo como se las gasta el Valencia. Es necesario un Plan B. Es fundamental un goleador. Y se llama Maxi Gómez.