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El Levante más agridulce

24/05/2021 - 

VALÈNCIA. Inicio amargo, camino dulce, final agrio... y objetivo cumplido. Es un resumen grosso modo de lo que ha sido la temporada de un Levante que dio la de cal y la de arena. Preocupó con unos primeros pasos tambaleantes, emocionó en un maravilloso arranque de año y desilusionó con un broche demasiado negro. La 20/21 ha sido la campaña de las históricas semifinales coperas que siempre perdurarán en el imaginario granota con Paco López en la retina, pero también se ha convertido en el curso del 9 de 39, la peor recta final del técnico de Silla en su periplo en el club.

Ese es el último sabor de boca de la parroquia levantinista: un mal gusto a relajación con matices de incapacidad. Y es que el propio entrenador también ha dejado en varias comparecencias públicas la duda en el aire sobre si la plantilla tiene nivel para ese "algo más" que demanda el respetable, o si la pésima conclusión de la temporada se podría haber evitado con otro tipo de futbolistas. En el horizonte cercano queda un marcado de fichajes sin márgenes para el Levante, con ventas necesarias a la vista, y con el futuro de Paco López -que acaba contrato en 2022- por abordar en los despachos de Orriols. 

Estas son las notas de Plazadeportiva.com sobre la temporada del Levante UD:

Aitor Fernández (6): Buen curso, pero no ha sido su temporada. El portero que más paró en la 19/20 no ha atajado tanto en la actual. Era complicado igualar las estadísticas pretéritas, pero aún así se cuela en la lista de porteros con más paradas por partido (2,7). Es un dato que tampoco retrata el valor exacto de su año -por delante suya están metas como Jaume Doménech o el recién descendido Jordi Masip- pero la realidad es que el de Mondragón ha alternado actuaciones soberbias -como, por ejemplo, en el Camp Nou- con otras citas de menor incidencia y sensación de necesidad del héroe que sí apareció antaño. Se perdió partidos a principios de curso, en San Mamés por el fallecimiento de su padre y en Zorrilla por el problema testicular.

Cárdenas (8): La revelación. El arquero que nadie esperaba y que apareció para dar alas al Levante en multitud de choques. Envió a Koke Vegas al ostracismo. Tanto que el Levante le buscó una cesión prácticamente desesperada al malagueño, que marchó rumbo a Mallorca para no tener absolutamente ninguna oportunidad a las órdenes de Luis García Plaza. Unos cuartos de final espectaculares frente al Villarreal le terminaron de lanzar tras ganarse la titularidad en Valladolid. Después, voló de nuevo en el Metropolitano, en lo que fue un conato de oportunidad en busca de las semifinales de Copa. Allí Paco López dio los palos granotas a Aitor y eso al meta de Terrassa le desconcertó. Pero el trabajo es innegociable: supo su rol a lo largo de todo el curso y ha terminado jugando cuatro de los últimos cinco partidos. Será una de las apuestas de la temporada que viene. 

Koke Vegas (4): Un partido, en San Mamés por la ausencia de Aitor, y sin demasiada suerte. No cuajó una buena actuación entonces el malagueño, que vio cómo Cárdenas le arrebató la siguiente ocasión de ser titular en Liga. Sí saltó de inicio ante el Racing Murcia, en la primera ronda copera. Intrascendente.

Coke (5): La trascendencia del exsevillista se empezó a comprender este curso con el mal arranque del equipo, que le llevó a enlazar ocho jornadas consecutivas sin triunfo y sumido en el descenso. Su experiencia fue un grado para sacar al equipo del atolladero y, con el debate del lateral derecho abierto de par en par, encadenó titularidades en ese renacer del Levante en la primera vuelta. Al final, ha conseguido ser una piez de rotación, aunque su rendimiento en el segundo tramo de curso ha sido mucho más plano. Es una de las piezas con futuro incierto en la entidad de Orriols: acaba contrato en 2022 pero la dirección deportiva tiene ese carril también como uno de los puestos a reformar -han sido tres carrileros diestros este curso, aunque Coke ha llegado a actuar de central con defensa de cinco hombres-.

Miramón (5,5): Inicio extramadamente dubitativo y mejora considerable de sensaciones a raíz de su renovación. El aragonés rubricó su nuevo contrato en febrero -hasta 2022 más una en objetivos- y puso su flecha hacia arriba. Empezó a ser importante y a demostrar que es el lateral diestro más en forma del Levante, el que merece la titularidad. Eso sí, sus peores actuaciones y, sobre todo, su padecimiento a la espalda en más de un partido decantado en contra por mínimos detalles, mantienen la duda sobre si da el nivel para ese flanco o necesita una competencia mayor.

Son (4): El sevillano es uno de los suspensos de la temporada, seguramente por las expectativas que ofreció en los primeros compases del curso. Los destellos y el desborde llevaron a parte de la parroquia granota a depositar en él esperanzas de nuevo inquilino en el lateral, pero Son ha terminado diluyéndose como un azucarillo. En defensa, deficiente; en ataque, poco resolutivo. Paco López pasó a colocarle de extremo y su figura cobró importancia, sobre todo, en defensas de cinco.

Duarte (6): Buena temporada de un central que en absoluto partía con el rol de titular. Al final, el costarricense ha sido el mejor en la zaga del Levante y ha firmado un curso muy potable en el Ciutat después de disputar solo 9 choques la pasada campaña. Ha jugado toda la segunda vuelta, desde la fecha 16 hasta la 38, y por ese camino logró automatizar su renovación, todavía por oficializar en el Levante. De momento, él vive al mergen de la ampliación pero el club activó conversaciones con su agente antes incluso de que completara el hito de jugar el 60% de los encuentros de la temporada por encima de los 45 minutos.

Vezo (5): El luso partía, precisamente, como el mejor hombre de la retaguardia levantinista. El más fiable. Además de ser adelantado por la derecha por Óscar Duarte, su rendimiento ha ido de menos a más en la temporada. Ha terminado en su peor estado de forma del curso: tocado físicamente y con errores groseros como el que cometió en Getafe.

Postigo (5): Ha sido importante en la rotación, pero tampoco ha llegado a dar un nivel global fiable. El gemelo le privó de jugar las semifinales de Copa, se perdió cinco encuentros y regresó sin el poso anterior a su lesión. Al final, ha sido el tobillo el que le ha hecho desaparecer en las últimas tres citas.

Róber Pier (5): El central con menor participación de la plantilla ha librado en el Levante, precisamente, gracias a uno de los problemas que más han azotado a la plantilla: las lesiones en el centro del campo. Por ahí, el coruñés se vio obligado a volver a la medular, donde completó partidos de mucho nivel, como ante el Atlético de Madrid en el Ciutat de València. Sin embargo, cuando ha actuado en defensa ha compaginado méritos con errores groseros. En la retina perdura su estúpida expulsión ante el Betis en Orriols que a punto estuvo de costar, con un futbolista menos sobre el tapete, el empate de los andaluces. Volvió de lesión y ha acabado la temporada disponible: es su gran éxito esta campaña.

Clerc (7,5): Pese al bajón de rendimiento final -un descenso que casa con el del resto de la plantilla- Clerc ha sido uno de los puntales del Levante este año. Tanto es así que varios clubes de Primera División tienen al catalán en agenda... Y él, ante la situación del club en el mercado, se deja querer. Es uno de los tapados de cara a la ventana de traspasos porque su curso, en general, ha sido más que notable. Un puñal en banda y un correcaminos capaz de subir y bajar con compromiso. Ha monopolizado el carril zurdo.

Toño (5): Con Clerc por delante era difícil abrirse un hueco para un futbolista que ya desde el inicio sabía que esta iba a ser la temporada de su adiós. Aún así ha rendido en algunos encuentros -de hecho, ha acabado bien el curso- pero ha demostrado no dar el nivel para toser lo más mínimo a su competencia en la izquierda. 

Malsa (7): Con sus pros y sus numerosas contras, el internacional por Martinica ha sido otra de las sorpresas en Orriols. Arrancó a un nivel sensacional, cuajando grandes actuaciones a la vera de Vukcevic. Su fútbol anárquico ha costado taquicardias en la parroquia granota, pero también ha hecho el Levante mejorar desde el centro del campo. A mitad de temporada, los dolores en la cabeza del peroné comenzaron a complicar su rendimiento, pero el parisino siempre ha estado disponible para Paco López. Es una de las características que le hacen ganar puntos. Solo el coronavirus en septiembre y una ausencia por acumulación de tarjetas le han dejado fuera.

Vukcevic (4): Otro suspenso. Su buen inicio fue eclipsado por las lesiones. Primero el abductor y después la maldita lumbalgia han dejado al montenegrino como una de las marcas negras de la temporada. Tanto que el club se plantea su situación y podría ser una de las salidas de este verano si llega una oferta. Sobre todo con el regreso de Pepelu desde Guimaraes, donde ha sido imprescindible. Vukcevic se ha perdido 22 partidos y ha jugado 13. Nunca había participado tan poco desde que llegó al Levante en la 18/19, y eso que el primer curso ya fue dramático en este aspecto.

Radoja (6): Cuando estuvo, su rendimiento fue bueno. Su capacidad física dio mucho al Levante y también hizo buena dupla con Malsa en la medular. El serbio también ha sido otro jugador afectado por las lesiones. Sin ir más lejos, el pisotón de Pape Diop en su tobillo en Ipurúa le ha termiando dejando seco a final de temporada cuando, en un principio, su vuelta se preveía para los choques finales. Un diagnóstico dudoso de unos serivicios médicos que predijeron su regreso en tres semanas de dique seco. Aún así, lo más sorprendente de la temporada de Radoja ha sido su paso de un estado a otro: de la poca participación a la importancia. Tanto es así que en noviembre peinaba posibilidades para marcharse del club en busca de minutos. Acabó jugándolos y siendo imprescindible.

Campaña (-): La temporada del sevillano es imposible de valorar. Terminó el verano deseando que una oferta de 30 kilos llegara a la mes de Quico Catalán -era el mínimo que exigía el presidente del Levante para que alguien se llevara de Orriols a la piedra angular del proyecto-. Nadie puso esa cantidad sobre la mesa, aunque fueron algunos clubes los que llamaron a la puerta. Su condición de jugador franquicia y su deseo desesperado por dar un salto en su carrera presagiaban su último curso en la ciudad, pero su fatídica lesión de isquios, con recaída, lesión paralela y problemas en la zona operada le han terminado birlando su temporada. Su futuro queda en tela de juicio, es evidente que su valoración en el mercado es muy diferente a la de hace casi un año.

Doukouré (-): Lo mejor para el costamarfileño, el volver a sentirse futbolista. No fue inscrito para la primera vuelta del campeonato, pero en la segunda sí ayudó al equipo con algunos minutos -ninguna titularidad pese a la falta de cartas en la medular en algunos partidos-. Douky es otro de las despedidas del Levante esta temporada.

Melero (7): El madrileño es un currante nato y, a base de su esfuerzo y su rol tan diferente en la plantilla granota, ha demostrado su relevancia. Ha llegado a pasar por el mediocentro, donde su carácter llegador ha dado muchísimo al Levante. Tanto como siete goles, tres de ellos en los últimos tres encuentros. Es un centrocampista con gol y la lesió de isquios en los meses más productivos dejaron al equipo huérfano de su figura, que habría sido sin duda relevante para la vuelta de las semifinales de Copa.

Rochina (4): Casi todo un curso pensando en una renovación que no ha llegado. Libre desde enero, el balance del saguntino es poco más que intrascendente esta temporada. Ningún gol y alguna actuación potable, sobre todo cuando le tocó actuar en la medular, un rol a priori muy distante de lo que es un jugador que ya mira a Granada. Por ahí se explica su ausencia en los últimos cuatro partidos. Ha estado gran parte de la temporada mentalmente fuera.

Bardhi (5): No ha sido la mejor temporada del macedonio, que arrancó al inicio pero frenó cuando una hernia discal con Macedonia le cortó las alas. Regresó tras un mes parado y fue importante, pero su final de curso, pese al buen partido ante el Cádiz en la última jornada, ha tenido poco brillo. La Eurocopa puede ser una escaparate para que Bardhi, que es otra de las piezas franquicia del Levante y uno de los tres mosqueteros que el verano pasado guardaban en su mochila claras papeletas para salir, pueda atraer alguna oferta interesante que relaje el imperativo de venta de 16,5 millones de euros.

Giorgi y Edgar (-): Ambos yudaron en Copa del Rey, en el caso del georgiano con todo un encuentr completo frente al Portugalete en segunda ronda. Los dos con minutos en Liga, han mostrado brotes verdes y ratos esperanzadores.

De Frutos (8): El mejor de la temporada en el Levante. Le costó meter la primera marcha pero, cuando lo hizo, pasón de cero a cien en cuestión de segundos. Como un Ferrari. Su electricidad ha sido tanta vida para el equipo como que Paco López ha terminado basando en él la idea de juego de su equipo. Su velocidad y el argumento de controlar la pelota ha permitido al entrenador construir por ahí más de una victoria, junto a otras piezas que han completado el engranaje. Se ha colado en el top de La Liga (10 asistencias, solo por detrás de Iago Aspas y Marcos Llorente) y es la gran baza del club para llenar las arcas. Si llega el Real Madrid, 15 kilos podrían acabar en los bolsillos de la entidad de Orriols; cualquier otro tendría que depositar la cláusula completa del segoviano, que asciende a 30 millones de euros. Eso en caso de que, como exportó la secretaría técnica, el Levante se remita a esa cifra. El mercado hablará y hay que vender por 16,5.

Morales (7): El Comandante ha terminado superando sus mejores registros goleadores como profesional: 13 goles y 4 asistencias. Uno más y una menos que su anterior plusmarca de 2019. Eso sí, las estadísticas no tapan las dos caras de la temporada del capitán. La renovación, que terminó llegando acelerada y envuelta en la ilusión del pase a semifinales de Copa, le hizo marcar dos tantos ante el Granada y, después, iniciar una sequía de goles y sensaciones que duró dos meses. Cuando ha estado, como siempre, ha sido imprescindible y ha dejado varios de los goles más bonitos de la temporada.

Roger (7): Con altibajos y una gráfica de sierra, pero el Pistolero también ha sido otra de las notas dulces de la temporada levantinista. En su cuenta queda la espina de que, en febrero, apuntaba directamente a reventar su récord de goles, peroo finalmente se quedó en el camino tras otra sequía que se unió al fundido a negro del equipo tras ser eliminado de la Copa. Solo el derbi hizo despertar a la bestia hasta la última jornada. Una lástima, sobre todo por el heroico gol ante el Villarreal en cuartos de final, que dejó una imagen histórica. Al final, 12 goles y unos problemas en el pubis que arrastra desde hace tiempo y que también le han amargado el final.

Dani Gómez (5): Tuvo momentos en que se postuló como el gran fichaje, el jugador, de los nuevos, que iba a golpear con más fuerza. Se quedó en el camino. Solo ha anotado dos goles y se ha pasado una segunda vuelta completa sin aparente conexión con sus compañeros sobre la hierba. Le ha costado entrar en juego más allá de partidos demasiado puntuales. Ha sido un curso con suficiente raspado para el madrileño.

Sergio León (4): Otra de las notas amargas pese a su conato de rebelión tras un curso pasado muy negro. En Copa marcó cinco dianas ante clubes de Tecera y Segunda B, y en Liga dos ante Villareal y Barça. Ese último, con épica, será probablemente su carta de despedida del Ciutat de València después de descartar su salida el pasado mes de septiembre. El cordobés pasó momentos difíciles aún deseando restar en la ciudad y mirando a otro lado ante propuestas de Segunda División, pero dos salidas de la convocatoria en los dos últimos encuentros antes del cierre del mercado de fichajes mandaron un mensaje a su entorno. Terminó quedándose para luchar por oportunidades. Las tuvo, pero no ha sido el jugador que en su día el club esperó para su frente de ataque.

Cantero (-): Fue una sorpresa en el momento en que, en pleno estallido de Paco López con su plantilla tras la derrota en Elche, fue titular en Balaídos. Desde el primer momento se vio a un futbolista aprovechable para el primer equipo, que ya había entrenado con sus compañeros y que dio al equipo un aire fresco a la postre insuficiente al final de la campaña. Tiene promesa de primera plantilla la temporada que viene, resta por ver la pretemporada del madrileño este verano y sus opciones generales de estar en el próximo proyecto, maximizadas por la economía de guerra granota.



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