VALÈNCIA. La resaca de la injusticia arbitral que vivió el Levante en Butarque todavía sigue golpeando la actualidad granota después de que el colegiado Milla Alvéndiz reflejara en el acta las palabras del analista Luismi Loro, el director deportivo, Felipe Miñambres, y el consejero delegado de la entidad y máximo mandatario, Pepe Danvila. Las quejas de los tres fueron recogidas por el árbitro andaluz y eso acarreará suspensiones en la próxima resolución del Comité de Competición, este miércoles. El Levante volverá a estar esta semana pendiente del organismo federativo, porque publicará diferentes sanciones a los protagonistas. Eso sí, aunque con Competición nunca se sabe, lo habitual en estos casos es que, al no ser reincidentes, el castigo sea el mínimo.
Son varios los artículos que se les puede aplicar. Por ejemplo, según el artículo 94 del Código Disciplinario de la RFEF, relativo a "actos notorios y públicos que atenten a la dignidad y decoro deportivos", protestas como las del viernes "serán sancionadas como infracción grave y se impondrá la sanción, según determine el órgano disciplinario competente (...), de multa en cuantía de 602 a 3.006 euros, inhabilitación o suspensión por tiempo de un mes a dos años o de al menos cuatro encuentros". Más allá de la sanción pecuniaria, que podría de ser la misma para los tres casos, sería Loro el objeto del castigo deportivo -mínimo, de cuatro partidos- al ser personal de ese tipo.
En esa misma línea, Competición también podría aplicar en su resuloción del miércoles el artículo 105 o el 129, que determina "suspensión de cuatro a diez partidos o multa en cuantía de 602 a 3.006 euros -hasta 602 si se aplica el 129- a aquellos cuya conducta sea contraria al buen orden deportivo cuando se califique como grave". Este tipo de penas se suelen hacer públicas, en el caso de los directivos, sin especificar el importe, a no ser que el club eleve alegaciones a Apelación. En tal caso, habría de hacerlo con pruebas de audio facilitadas por el Leganés que mostraran que las palabras de las protestas no son tales y que, por tanto, el acta incurriera en un "error material manifiesto". De lo contrario, como también se explicó en el caso de Sergio Lozano, será imposible levantar castigo alguno.
El club ya realizó la solicitud del audio de la sala VOR durante el choque ante el Leganés, concretamente de la acción del fuera de juego posicional señalado a Postigo para anular el tanto que hubiese llevado al equipo de Javi Calleja 0-2 por delante al descanso. Fue esa la jugada que desquició al club y la que provocó la protesta de Loro, la expuesta ahora al mencionado castigo, al descanso. Las quejas de Danvila y Miñambres se produjeron con el encuentro concluido, cuando estos bajaron al túnel de vestuarios.
Las decisiones de Milla Alvéndiz sobre el terreno de juego, así como sus difusas explicaciones que trasladan miembros de cuerpo técnico y plantilla son la gota que colma el vaso de la entidad de Orriols, que se siente perjudicada por otros arbitrajes anteriores, en especial el dudoso fuera de juego de Bouldini en la visita del Villarreal B al Ciutat. Pero también disgusta en el el seno del club la actuación de González Esteban, árbitro VAR en Butarque, que no mandó al colegiado de campo a la pantalla, como marca el protocolo en casos de offside posicional 'gris' como el que viene al caso.