El Levante se prepara para afrontar varias decisiones pendientes durante el nuevo proyecto

VALÈNCIA. Las decisiones importantes se le acumulan al Levante en los despachos de Orriols. Después de oficializar por fin la renovación de Postigo hasta 2023, un acuerdo que llevaba un tiempo con apretón de manos, a la secretaría técnica del club granota se le abren otras ventanas respecto a piezas de la plantilla actual. Más allá de las operaciones de salida a acometer en el futuro próximo -el 'corte' de contrato de Toño y su rumbo a otro equipo, las ventas provechosas cara al Fair Play o la 'limpia' de futbolistas que cuentan poco a estas horas en el Ciutat-, hay futbolistas que reclaman revisiones o, directamente, renovaciones. Y son decisiones que, casi por fuerza mayor, se han de dilatar en el tiempo. 

La primera operación que ya figura sobre la mesa es la ampliación de contrato de Dani Cárdenas. Todavía no hay novedades respecto al meta de Terrassa, que tiene firmado con el Levante hasta 2022 más otras dos temporadas que el club puede ampliar de manera unilateral con las mismas condiciones económicas vigentes del actual compromiso. Eso sí, el portero cree que merece una revisión de ese contrato antes de que se decica ampliar. Tanto Cárdenas como el Levante quieren seguir de la mano, así que en principio no habrá problema, pero la negociación se trata con calma. 

Otro caso comprometido es el de Carlos Clerc. El lateral concluye su contrato con el Levante la próxima temporada, es decir, afrontará su último curso como granota este próximo agosto pendiente de una renovación o bien de una salida. El catalán es uno de los 'tapados' dentro de la necesidad de venta que existe en Orriols y varios clubes de Primera lo tienen apuntado en su agenda. El caso es que no cualquier club puede pensar en Clerc para su carril zurdo: su temporada ha sido notable y el Levante mantiene su posición de fuerza en el mercado pese a su ferviente necesidad. No se va a malvender. En Donostia apuntaban la posibilidad de la Real Sociedad en caso de la no continuidad de Ahién Muñoz, pero en cualquier caso la decisión sobre el '19', si no sale, se dilatará algo más.

La misma situación se dibuja con Paco López. Sobre el entrenador, Quico Catalán ya habló de tranquilidad y de un asunto que se hablará "el día que toque". Desde el club emana una calma relativa con el técnico, que también acaba contrato en 2022 y que, pese a ser "el entrenador ideal para el Levante" según exportan públicamente las figuras que han de decidir sobre él, también tiene la palabra. Y su palabra será importante después de un final de curso con desgaste y con la sensación de erosión patente en sus últimas comparecencias públicas en medio de la racha de ocho encuentros seguidos sin victoria para ponerle el lazo a la temporada. El asunto de Paco López se puede acometer con la 21/22 empezada y el nuevo proyecto ya en marcha.

Otros futbolistas también se encuentran con su situación pendiente de un hilo. Duarte tiene su temporada adicional al cumplir el hito para su ampliación automática, pero puede ser una venta de este verano tras no acordar una renovación mayor; Sergio León, otro de los jugadores con previsión de salida -al menos en el club- también concluye relación en 2022; con Bardhi, si no sale, se tendrán que revisar las dos temporadas opcionales que aparecen en el asterisco de su contrato; y Radoja y Vukcevic, pendientes del mercado, terminan de aquí a un año vista.