VALÈNCIA. El Valencia llega al derbi metido en el papel de víctima. Como lo oyen. No me pregunten cómo hemos llegado a este punto, pero parece que todo lo que no sea el asalto de Mestalla por parte del Llevant será un éxito para los de la avenida de Suecia. Me han chivado mis fuentes que Lim firma el empate. Y ello pese a que los levantinos jamás han ganado en partido oficial en Mestalla, desde que lucen las siglas UD. Lo hicieron antes de la guerra, de blanquinegro y como Llevant FC. Vencían cada dos por tres, de hecho. Luego todo cambió. Llegaron décadas de abismo institucional y deportivo entre unos y otros. De un cúmulo de ilusiones frustradas, generación tras generación, en la València granota que, pese a todo, nunca dejó de existir. Frente a estas adversidades sólo resisten los estoicos, los forjados en el yunque de Paco Gandia.
En el siglo XXI, 60 años después –que se dice pronto, toda una vida–, el Llevant volvió a irritar a los negacionistas del derbi. Y, pese a la enorme amenaza de 2008, llegaron 20 años de crecimiento para el que no se ve techo, parafraseando a Lawerta. En esa travesía, de rumbo claro y paso firme, el pueblo de Orriols rebosa optimismo antes de iniciar su 16ª temporada en Primera, con el flamante "Nou-Nou Estadi" mostrando ya su cara, y con Natzaret en la recámara.
Para conseguir, sin embargo, el complicadísimo objetivo de sumar de tres en Mestalla habrá que imponer oídos sordos al run-rún mediático y bajar a la realidad: pese a todas sus salidas el valor de plantilla del Valencia quintuplica el del Llevant. Sí. Como lo oyen. Sólo Gayà y Soler suman más como activos que todo el vestuario granota. Si añaden a Maxi ya ni les cuento. Esta es una variable objetiva que nos indica el único camino para vencer: más humildad, más ganas, más garra, más nervio, más intensidad. O no habrá ninguna posibilidad.
Paco López, además, tiene otros problemas. Uno: su mejor central, Vezo; su mejor pasador, Rochina, y su mejor delantero, Roger, están en el dique seco. Dos: quedan salidas por definir, algo que dificulta la gestión del vestuario. Tres: su jugador franquicia, Campaña, ve frustradas, por segunda temporada consecutiva, sus expectativas de firmar con algún equipo en competición europea el contrato de su vida. Cuatro: el legendario Morales, a sus 33 años, tiene ante si el reto de mejorar las grises prestaciones ofrecidas la pasada campaña y demostrar si le queda cuerda. Y cinco: Bardhi y Vukcevic han entrenado al margen del grupo, tras sus partidos internacionales.
También se puede ver el vaso medio lleno: Pier ha vuelto cargado de ambición y a Postigo se le suelen dar bien los rivales de postín; León, antes de marcharse, querrá mitigar las malas sensaciones que deja su paso por Orriols, y Gómez tiene hambre por demostrar que puede ser una versión mejorada de Mayoral. Quizá Campaña deje de marearse, de una vez por todas, con falsos cantos de sirena, y decida, desde la humildad, hacer historia en el Llevant. Tal vez Morales sea capaz de reiventarse y agrandar su leyenda, aumentado su colección de golazos. Quién sabe si Bardhi y Vukcevic llegarán al derbi con el nervio competitivo necesario. Y en todo caso, hay confianza en que Melero y Radoja consolidarán con regularidad sus chispazos. Tampoco ha habido grandes fichajes pero De Frutos se ha mostrado como un extremo eléctrico e ilusionante. Que se mantengan los cinco cambios también es una buena noticia para López. Amigo de modificar el sistema a lo largo del partido, en función de las circunstancias, supo administrar con acierto esta opción durante el final de Liga.
Sí, en definitiva. El Valencia es el favorito, pero sí: el Llevant tiene más opciones (y más ganas) que nunca de llevarse el derbi en Mestalla. Además Paco López, el míster con más partidos y más victorias en Primera, se muere de ganas por hacer ese regalo al levantinismo. Así, de inicio. ¡Pam! Para inaugurar la Liga.