El Málaga de Al Thani, un peligroso precedente para el Valencia

12/10/2020 - 

VALÈNCIA. Desde este verano muchas voces comienzan a encontrar similitudes entre lo que está ocurriendo en Valencia y lo que ocurrió en su día con el Málaga. Las controvertidas figuras de sus propietarios, su particular modus operandi con decisiones injustificables y la mala relación con el entorno de los clubes que adquirieron hacen temer que el club de Mestalla siga los mismos pasos que tienen ahora a los malaguistas en segunda división y que los tuvieron al borde de la desaparición. 

Incluso la manera de destruir los proyectos que les funcionaron y de descapitalizar el club vendiendo todo lo que se podía parea recaudar, establecen una serie de puntos en común que ahora mismo pasamos a enunciar.

Desembolso inicial

Lim lo hizo en su primera temporada y Al Thani en la segunda. La puesta en escena del poderío económico del magnate de turno se ve siempre reflejada al comienzo. En el caso de Lim, el primer año llegaron Rodrigo, André Gomes, Negredo, Otamendi, Mustafi o Enzo Pérez entre otros. Tras un primer año con una inversión de sólo 17 millones de euros, en el segundo Al Thani trajo a Cazorla, Joaquín, Toulalán, Isco, Van Nistelrooy o Mathjsen.

Caprichos y desconocimiento

Desde un comienzo ambas trayectorias han ido paralelas. Lim fulminó al año de su llegada la dirección deportiva que comandaban Rufete y Ayala. A partir de ahí, sus veleidades son de sobra conocidas: Gary Neville, Ayestarán, Celades, Alesanco... En la Costa del Sol las cosas rodaron también del mismo modo. A su llegada el jeque contrató a un tal Josualdo Ferreira para el banquillo que demostró que estaba de vuelta de todo. Fue el comienzo de una larga lista de decisiones sin sentido.

Un paréntesis de cordura

En el Valencia CF lo supuso la llegada de Mateu Alemany, quien junto a Marcelino y Pablo Longoria montaron una estructura deportiva que dotó al club de estabilidad con dos clasificaciones consecutivas para la Champions y la consecución de una Copa del Rey.

En el conjunto malacitano también hubo dos años de bonanza tras ganarse un hombre de fútbol de Málaga de toda la vida como José Carlos Pérez, la confianza de Al Thani. Con él llegó la cordura deportiva con un proyecto basado en las directrices de Antonio Fernández y el buen hacer de Manuel Pellegrini así como un buen número de grandes fichajes mencionados anteriormente.

Éxito y destrucción

En el caso de Lim y el Valencia se produjo tras alcanzar el equipo los mejores resultados de todo su periplo en Valencia. Tras clasificarse por segundo año consecutivo para la Champions y ganar la Copa del Rey, el singapurés decidió destruir el modelo ganador centrado fundamentalmente en la destitución de Mateu Alemany y nombrando a Anil Murthy como su sustituto. Desde entonces (destitución da facto del mallorquín) sólo vinieron Mangalá (libre), Correia (12 millones de euros y conexión con Gestifute) y Florenzi (cedidos). De la mayor alegría en años (la Copa), al abandono total del proyecto. 

Por su parte Al Thani decidió dejar caer el proyecto justo tras la gran campaña hecha por el Málaga en Champions. Clasificado tras ser cuarto en la liga anterior (mejor clasificación de su historia), el Jeque dejó caer el proyecto justo cuando el equipo estuvo a punto de meterse en unas semifinales de la Champions jugándole de tú a tú al Borussia Dormund. Mismo modus operandi, tras la mayor alegría giro radical en los acontecimientos.

Asociación del pequeño accionista

Con un protagonismo absolutamente antagónico. Mientras en Valencia existe una absoluta sintonía entre la propiedad y la asociación del pequeño accionista que mantiene una posición de absoluta proximidad para el poder y no critica ninguna de sus decisiones, en Málaga fue precisamente una asociación de pequeños accionistas la que interpuso la demanda que acabó con la intervención de la jueza que ha acabado con la etapa de Al Thani en el Málaga.

Problemas con las autoridades

En Valencia tanto Ximo Puig como Joan Ribó en representación de Generalitat y Ayuntamiento están apremiando al empleado de Peter Lim en Valencia, Anil Murthy, con motivo del incumplimiento de los plazos para la finalización del estadio del que casi siete años después aún no han tocado ni un ladrillo. En Málaga el jeque intentó desacreditar a los propietarios del estadio de La Rosaleda (Diputación, Ayuntamiento y Junta de Andalucía) para reclamarles que la propiedad del campo pasara a manos del club. Pese a las andanadas populistas del asiático, las autoridades no cedieron a tal exigencia. Sus desencuentros públicos -fundamentalmente con la Junta de Andalucía- también han sido frecuentes.

Descapitalización

Exacta en ambos casos. Ordenada con la reaparición en escena del máximo accionista. Ventas de todo aquel futbolista por el que llegue una oferta, la mayoría de ellas por debajo incluso del precio de determinados jugadores en el mercado. Vender todo lo posible para hacer caja de la manera más rápida posible.


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