VALENCIA. El inminente regreso del central argelino Aïssa Mandi por la eliminación de su selección en la Copa de África y las anunciadas incorporaciones del defensa rumano Alin Tosca y el medio Rubén Pardo paliarán las carencias en la plantilla del Real Betis y satisfarán las peticiones de su entrenador, Víctor Sánchez.
Él técnico bético ya se refirió de manera explícita a las dos necesidades béticas para afrontar la segunda vuelta en la rueda de prensa posterior al partido contra el Sporting de Gijón (0-0) en el 'Benito Villamarín', en la que comentó que ya han hablado de que "hacen falta jugadores de refuerzo".
Precisó el entrenador madrileño que estas incorporaciones no son "necesariamente" para conseguir el objetivo de superar el décimo puesto de la anterior temporada, sino porque el equipo bético tiene que ajustarse "en dos posiciones" por "necesidad deportiva".
Las deficiencias en la planificación y las carencias en la zaga y en la zona de creación, además de las lesiones que han lastrado al Betis, han hecho que las gestiones se se traduzcan en los anuncios de incorporación de Tosca y Rubén Pardo, quien ya se encuentra en Sevilla para pasar el reconocimiento médico.
Pardo llega cedido hasta final de temporada sin opción de compra a su club de origen, la Real Sociedad, con el que el medio riojano ha renovado hasta 2020; mientras que Alin Tosca lo hará en calidad de fichado por una cantidad de un millón de euros, según desveló Gigi Becali, propietario del Steaua de Bucarest.
A ellos, se unirá Aïssa Mandi después de la eliminación de su selección en la Copa de África tras empatar ayer en la fase de grupos con Senegal, por lo que el Betis ha infornado en su web que se espera que el central francoargelino "regrese a Sevilla en las próximas horas".
El Betis, decimotercer clasificado con 22 puntos, a nueve de los puestos de descenso, no ha cumplido hasta el momento, ni en resultados ni en juego, con las expectativas depositadas en el nuevo proyecto deportivo, para el que se incorporaron doce caras nuevas y que se puso en manos del uruguayo Gustavo Poyet, destituido el pasado noviembre.
Su sustituto, Víctor Sánchez, ha dotado al equipo de mayor fiabilidad, aunque no ha terminado de despegar por, entre otras circunstancias, las propias carencias de la plantilla y, además, por las lesiones de varios de sus jugadores en su trayectoria de poco mas de dos meses por el banquillo de Heliópolis.
Actualmente, la enfermería bética está ocupada por el delantero paraguayo 'Tonny' Sanabria, el medio chileno Felipe Gutiérrez, el serbio Darko Brasanac y el capitán del equipo, Joaquín Sánchez, quienes se recuperan de diversas lesiones junto a otros 'tocados' de menor consideración como el ucraniano Roman Zozulya y el canterano José Carlos Ramírez.
El partido frente al Sporting de Gijón, para el que José Carlos no fue convocado por precaución, dejó las secuelas de la luxación de Brasanac, quien deberá tener el brazo inmovilizado entre diez y quince días; y de una "contusión medial externa en la rodilla izquierda" de Zozulya, quien está pendiente de evolución.
Por su parte, Joaquín y Sanabria prosiguen con la recuperación de sus lesiones respectivas de rodilla y cuádriceps, mientras que Felipe Gutiérrez, una vez descartado el daño en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, sufre un edema en el platillo tibial, por lo que esta semana comenzará un nuevo trabajo específico y se le irá aumentando la carga de trabajo según vaya evolucionando.
El Real Betis descansa hoy y, ya mañana, reanudará la preparación del partido que disputará el próximo domingo en su estadio ante el Barcelona (12.00 horas).