VALÈNCIA. El Valencia Basket, tras participar por primera vez en dos ediciones consecutivas, asistirá este jueves como espectador al arranque de una Euroliga en la que su objetivo, aunque no pueda hacer nada directamente por lograrlo, es que el AS Mónaco y el Unics Kazán no lleguen a los cuartos de final porque de ese modo se duplicarán sus opciones de regresar al torneo.
Según el actual sistema de competición, existen dos plazas reservadas en cada edición para los equipos que llegan desde la Eurocopa. Una es para el ganador de ese segundo torneo del curso anterior y la otra tiene como destinatario inicial al mejor clasificado de los dos equipos que accedieron previamente a la Euroliga desde la competición menor (en este caso Mónaco y Kazán) o en su defecto al finalista del torneo de ese ejercicio precedente.
De este modo, si el conjunto monegasco o el ruso acaban la fase regular entre los ocho primeros de un total de dieciocho equipos, la única opción de clasificación deportiva del Valencia para la edición de la temporada 2022-23 sería ganar la Eurocopa.
En cambio, si ninguno de los dos accede a los cuartos de final y esa segunda plaza queda vacante, le bastaría con ser finalista por lo que multiplicaría por dos sus opciones.
El AS Mónaco, en el que militan los exjugadores del Valencia Will Thomas y Brock Motum y también con Mike James en su plantilla, abre la competición este jueves ante el Panathinaikos; mientras que el Unics, dirigido por Velimir Perasovic (que fue entrenador del club valenciano) se medirá el viernes al Zenit San Petersburgo.
En una Eurocopa en la que el enorme desembolso que han realizado el Virtus Bolonia y el Partizán de Belgrado les convierte en claros favoritos, si existen dos plazas para la Euroliga, el Valencia podría regresar al torneo sin tener que derrotar a ninguno de ambos.
La pasada campaña el Valencia, que había accedido a la Euroliga desde la Eurocopa de 2019 junto al Alba Berlín, quedó noveno en la fase regular de la Euroliga y a una victoria de haber conseguido una plaza que la habría permitido volver a disputar el principal torneo del baloncesto continental y que habría dejado fuera al Kazán (finalista de la pasada Eurocopa).
La Eurocopa estrenará formato, con los veinte participantes divididos en dos grupos de diez. La larga fase inicial sólo eliminará a los dos peores equipos de cada grupo pero dará paso a eliminatorias a un solo partido en la pista de mejor clasificado en esa primera fase por lo que cada partido y posición será clave hasta las semifinales, la ronda que puede decidir los equipos que van a la Euroliga. La final será a un partido pero, en principio, en cancha neutral.