VALÈNCIA. El Valencia afronta el primer mes de 2024 con la tranquilidad de estar a diez puntos del descenso aunque encara un exigente enero justo de efectivos por la marcha de Selim Amallah y Mouctar Diakhaby a la Copa África y con pocas expectativas de reforzarse en invierno.
Tras haberse repuesto al primer gran bache de la temporada en diciembre, cuando encadenó tres derrotas y un empate en cuatro encuentros, ahora espera lograr al menos un par de victorias ligueras en enero que le permitirían dejar encarrilada la permanencia y poder pensar en cotas mayores.
El Valencia abre el año y cierra la primera vuelta este martes ante el Villarreal en Mestalla. Tras ello, visitará Cartagena en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey y, una semana después, jugará en el Nuevo Mirandilla ante el Cádiz, en un duelo que, de llevárselo, pondría tierra de por medio con el descenso al ser un rival directo.
Ese encuentro será vital para las aspiraciones de los de Rubén Baraja, pues tras ello llegan dos partidos ante rivales de puestos europeos: el primero en Mestalla ante el Athletic Club el sábado 20; y el segundo ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano, un estadio en el que aún no ha ganado y un rival al que no vence como visitante desde febrero de 2011.
Si sigue vivo en la Copa, tendría un partido entre los encuentros ante el Cádiz y ante el Athletic, el de octavos, y si llegara a cuartos, el choque, a partido único, se disputaría entre los partidos del Athletic Club y el Atlético. Para todos esos choques son baja segura Diakhaby y Amallah, quienes no volverán a València al menos hasta al menos el 24 de enero, cuando acaba la fase de grupos de la Copa África.
El pasado enero el Valencia sufrió un calvario que acabó con la etapa de Gennaro Gattuso en su banquillo. Cayó el día de Reyes ante el Cádiz en Mestalla, donde después empató con el Almería. Desde entonces encadenó cinco derrotas ligueras, lo que llevó a la salida de Gattuso y a la vuelta de Voro González, quien sin embargo no supo reconducir la situación, dejando un inicio de año negro para los de Mestalla.
El Valencia pasó de estar décimo en la tabla con 19 puntos tras la jornada 15 a ser décimo noveno en la clasificación tras los primeros 22 partidos de la Liga. Ese caída le abocó a tener que luchar por salvar la categoría, algo que no logró hasta la última jornada.