VALÈNCIA. El Valencia Basket se medirá este miércoles al Khimki ruso en un encuentro ante un rival teóricamente asequible, que son partidos que hasta ahora le han dado problemas en la Euroliga y en el que deberá contener el talento anotador de Alexey Shevd.
El equipo ruso es colista de la clasificación con sólo dos triunfos y trece derrotas, un balance que le deja sin opciones reales de acceder a los cuartos de final de la competición, una situación que por una parte reduce su motivación pero por otra le libera de presión.
Pero pese a su mala racha, el Khimki tiene en sus filas al tercer máximo anotador de la competición, Shevd, y el Valencia deberá controlar su capacidad de sumar puntos para dominar el encuentro.
El conjunto valenciano, que sufrió para ganar al ASVEL Villeurbanne y cayó ante el Alba Berlín o el Estrella Roja, ocupa la séptima posición con un balance de nueve triunfos y seis derrotas y tiene al menos una victoria de margen sobre el noveno clasificado por lo que un triunfo le reforzaría entre los ochos primeros clasificados, que es su gran objetivo de la temporada.
El Valencia afronta este partido tras haber logrado una meritoria y trabajada victoria ante el UCAM Murcia que le ha aclarado sus opciones de acceder a la Copa del Rey. El triunfo llegó tras haber perdido el viernes en la pista del Estrella Roja y haber ganado el miércoles en la del Olympiacos.
Para este encuentro, Jaume Ponsarnau tendrá las bajas seguras del escolta Vanja Marinkovic y del ala-pívot Louis Labeyrie y hay varios jugadores que son duda, entre ellos el base Guillem Vives, que no pudo jugar contra el Murcia por un problema en la espalda.
Además, aunque se espera que vuelva a estar en al banquillo como ya pasó ante el conjunto murciano, no está claro que el escolta Joan Sastre vaya a jugar pues fue este mismo martes cuando realizó su primer entrenamiento de contacto con el equipo tras más de dos meses y medio de baja tras una lesión en la rodilla derecha.