VALÈNCIA. El Valencia Basket perdió el pasado jueves la semifinal de la Liga ACB ante el Real Madrid y puso un amargo punto final a una temporada en la que sus 46 triunfos en 77 partidos, un 59,7% de los mismos, le dejaron a las puertas de unos ambiciosos objetivos que se impuso el club para dar por buena la campaña.
El primer y gran objetivo de la entidad para esta campaña era acabar la fase regular de la Euroliga entre los ocho mejores para así disputar los cuartos de final del torneo pero, sobre todo, poder repetir en el mismo si, como se preveía y ocurrió, el Alba Berlín no lo conseguía.
Con 19 triunfos y 15 derrotas, el equipo de Jaume Ponsarnau se quedó en la novena posición, con sólo una victoria menos que el sexto, el séptimo y el octavo clasificado. Fue el tercer ataque más anotador de toda la competición pero también el cuarto equipo que más puntos recibió de los dieciocho participantes.
En las últimas semanas el técnico ha lamentado que la frustración por no haber logrado el objetivo no permitió destacar el buen papel que en su opinión cuajó el equipo en un torneo que fue el más igualado de su historia con el actual formato.
En plena batalla europea, el Valencia apenas plantó cara al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey, aunque el descanso que ‘ganó’ con su eliminación le permitió dar paso a un notable tramo final de la Euroliga con siete triunfos y tres derrotas.
Tras la decepción de la eliminación, José Puentes, consejero delegado del club, reestableció en una comparecencia pública las prioridades para la campaña y señaló que el equipo debía luchar por el título de la Liga ACB.
El equipo escaló posiciones en las últimas semanas de la fase regular de la competición hasta acabar en la cuarta plaza con un balance de 24 victorias y 12 derrotas que dejó insatisfecho a Ponsarnau por la falta de consistencia mostrada por el equipo en el torneo.
No obstante, el equipo hizo uso de la ventaja de pista ganada para los cuartos de final para eliminar al TD Systems Baskonia en el tercer y definitivo encuentro de la serie y compensar así la pésima imagen dada en el segundo en la pista del equipo vasco.
En semifinales, el conjunto de Ponsarnau volvió a naufragar lejos de la Fonteta en el primer duelo y en el tercer duelo, con lo que su incapacidad como visitante se unió a otros lastres que arrastraba. En cambio, volvió a rendir a un nivel notable en su pista para forzar el tercer choque.
En total, han sido seis encuentros de los ‘playoffs’ de la Liga Endesa con un balance de seis triunfos y tres derrotas que completan el general de 77 encuentros, 46 victorias y 31 derrotas que no ha valido para que el club acabe contento con una temporada en la que se puso objetivos muy altos.