VALÈNCIA. En el Valencia creen que en el caso de que el Comité Técnico de Árbitros presentara una querella por injurias contra el portavoz del club Javier Solís por sus declaraciones tras el encuentro del pasado domingo ante el Sevilla la denuncia no tendría ningún recorrido.
Así lo transmitieron en un encuentro con periodistas desde el club valencianista, que asume que el directivo recibirá una sanción económica, que podría oscilar entre los 601 y 3005 euros, y puede que también le prohíban en algunos partidos acercarse a la zona de los árbitros.
En declaraciones a Dazn, el directivo del Valencia aseguró que el colegiado Del Cerro Grande les había “birlado” un penalti (por manos de Fernando en el área visitante), que había sido “un robo” y que se había producido “a cámara lenta porque ha estado el VAR por medio”.
“Voy hablar de robo. Es un auténtico robo”, señaló. “Estamos absolutamente hartos. Huele muy mal. Huele muy mal el fútbol”, afirmó. “Estamos absolutamente molestos, asqueados. Incluso. No nos merecemos el arbitraje que estamos sufriendo esta temporada.... Son 17 fallos graves del VAR”, cuantificó.
El club defiende que, tras muchos meses sin hablar del tema arbitral y tras una primera queja muy medida tras el encuentro ante el Barcelona, era el momento de alzar la voz por el trato que recibe el club.
Además, se considera que ese papel no lo podían jugar ni el técnico Rubén Baraja, que fue informado previamente de las intenciones, ni ningún jugador porque serían sancionados con partidos.