VALÈNCIA. En el seno del Levante existe un descontento general por las actuaciones del VAR en los últimos partidos. Que los granota podrían vivir con menos alarmas y en otras posiciones en la tabla de no ser por alguna que otra actuación arbitral es una realidad, aunque tales decisiones no han sido nunca una excusa para el puntaje levantinista ni tampoco para Paco López en sus comparecencias públicas. El VAR no es el leitmotiv en Buñol tras el arranque preocupante del equipo.
Aún así, es cierto que el inicio liguero ha traído consigo ciertas decisiones que le han impedido sumar puntos importantes al Levante, pero también han hecho justicia en otras ocasiones. La expulsión de Gonalons en Los Cármenes tras enviar a Jaime Latre -que había sacado amarilla- a la pantalla es la prueba de un acierto de VAR que, en este caso, 'ayudó' a remar a los de Paco López.
En el mismo saco se puede contar el gol anulado a Munir en el Sánchez Pizjuán por falta de Koundé sobre De Frutos que, en primera instancia, subió al marcador. Más allá del acierto desde Las Rozas, el Levante pudo continuar 25 minutos más con tablas hasta el fatídico tanto en el descuento.
Sin embargo, los errores y sobre todo los dos puntos perdidos por la inexplicable decisión de Melero López de mantener su veto sobre el gol de Dani Gómez ante el Celta, son los que hacen mella en el levantinismo. El último, también en Los Cármenes por unas posibles manos de Soro que protestó muchísimo Son, protagonista en la acción. Tanto es así que el lateral subió a sus redes sociales una imagen que, en el frame escogido por el sevillano, evidenciaba que el balón tocó en el brazo del joven futbolista nazarí.