Los de Ayestarán mostraron una versión preocupante a dos semanas de iniciar la competición, con una defensa que sigue al nivel de la temporada pasada
VALENCIA. El VCF mostró la versión más preocupante en lo que lleva de pretemporada tras caer por un contundente 3-1 ante el Crystal Palace. Por el resultado en el marcador, por las sensaciones y por las alturas de preparación en las que se encuentran los de Ayestarán.
El próximo 22 de agosto debuta el equipo che ante Las Palmas en Liga, y la versión del último amistoso en tierras inglesas hace presagiar que el conjunto blanquinegro está a años luz de ser el equipo que quieren todas las partes implicadas en este proyecto. En primer lugar, por la defensa.
Pese a llevar más de un mes de trabajo físico y táctico, la zaga sigue recordando a aquella que la temporada pasada hizo del conjunto che un rival fácil ante el que ver puerta. Los errores de comunicación, de concentración y de marca siguen siendo impropios de un equipo que quiere hablar de volver a ser competitivo.
En el 1-0 fue Lucas Orban quien se equivocó en la marca, en el 2-0 Cancelo regaló el penalti y en el tercero de los ingleses, fue Santos el que acabó arrollando al delantero ante la pasividad defensiva de Abdennour. Para más inri, en el segundo tanto del Palace Connor Wickham remató a placer el rechace que dejó Ryan, quien volvió a jugar los noventa minutos, ante la inoperancia de los de atrás. Un auténtico desastre.
Buscando el lado positivo, el VCF dispuso de ocasiones claras que no materializó, y que dejan una doble lectura posible. En primer lugar, que hay material para llegar a portería y en segundo, que aún puede faltar un plus en ataque para no perdonar tanto de cara a puerta, otro fallo capital durante el terrorífico año pasado. Ni Alcácer ni Rodrigo estuvieron atinados, mientras que el debutante Nani tuvo dos palos antes de marcharse con un pinchazo.
Sin embargo, el resultado final de 3-1 fue algo desmedido atendiendo a las ocasiones creadas por cada conjunto, pero simplemente fue el de casa el que supo beneficiarse de los errores de un equipo que, pese a mostrar intención, sigue sin una defensa que le permita poder pensar en nada más que resolver el drama atrás. Y esto, a 16 días de empezar la andadura liguera y después de un mes de no haber mostrado progresión alguna.