ALICANTE. El Elche CF aparca su actual crisis deportiva para celebrar en la jornada de este martes sus 100 años de vida, ya que tal día como hoy en 1923 la entidad fue inscrita en la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana.
El club ilicitano no ha concretado ningún evento especial para la jornada de este martes, aunque sí su Federación de Peñas, que colgará una pancarta en la pasarela del Mercado como banderazo de salida a las celebraciones organizadas por este colectivo.
El Elche alcanza sus 100 años de vida militando en Primera División, categoría en la que compite por tercera temporada de forma consecutiva, aunque la alegría del aniversario ha quedado algo oscurecida por la mala dinámica del equipo, colista descolgado de la categoría sin haber sido capaz de ganar ni un solo partido.
El ambiente en el entorno del club también está enrarecido en torno a la figura del propietario, el argentino Christian Bragarnik, a quien la afición le recrimina la mala planificación deportiva, la falta de profesionalización de la entidad y el alejamiento del club de su masa social.
Jugadores que son historia del fútbol español, como Nino, Llompart, MIguel Quirant, Asensi, Lico, Pazos, Marcial, Vavá, Claudio Barragán, o Mundial, como Juan Ángel Romero, Lezcano, Marcelo Trobbiani, Mario Pasalic, Mazhino, Germán Leguía, Willy Caballero, Darío Benedetto, Gilberto o Javier Pastore, han defendido la camiseta de un equipo que ha contado con entrenadores como Felipe Mesones, Alfredo Di Stéfano, Máspoli, Roque Olsen, Arsenio Iglesias, David Vidal, José Bordalás o Fran Escribá, entre otros.
Pese al agrio presente, todos los estamentos del Elche han realizado un llamamiento y firmado una tregua para celebrar el centenario de una entidad que, a pesar de todo. se encuentra en uno de sus mejores momentos de la historia, ya que está saneada económicamente y compite en Primera.
El Elche, que ha disputado un total de 24 temporadas en la máxima categoría, ha vivido todo tipo de vicisitudes desde su fundación. Desde la creación de una cooperativa para evitar la desaparición de la entidad a dos ascensos consecutivos de Tercer a Primera, categoría en la que debutó a finales de los 50.
Inicialmente, el equipo vestía completamente de blanco. La franja verde apareció en el pecho a finales de los años 20, cuando el entrenador checo Anton Fivebr propuso este retoque estético como homenaje a la línea en el horizonte que dibuja sobre la ciudad el palmeral ilicitano.
La edad dorada del Elche llegó en los 60, cuando se convirtió en un clásico del fútbol español con 12 temporadas consecutivas en Primera, convirtiendo su estadio, Altabix, en uno de los más complicados de la categoría. En este periodo, además, logró alcanzar una final de la Copa y uno de sus delanteros, Vavá, fue máximo goleador de Primera.
Jugadores como Romero, Lezcano, Asensi, Marcial o Llompart, entre otros, dejaron su huella en el club junto a entrenadores como César Rodríguez, Otto Bymbel, Máspoli o Di Stéfano.
En los 70, la otra edad dorada del club, argentinos como Rubén Cano, Gómez Voglino o Trobbiani, campeón del Mundo con Argentina, marcaron una época en el nuevo campo, el Martínez Valero, sede Mundialista y de una final de la Copa del Rey, junto a entrenadores como Mesones o Roque Olsen.
El estadio tomó el nombre, precisamente, del presidente Manuel Martínez Valero, artífice de la bonanza de esa etapa, tomando el testigo de José Esquitino, bajo cuya gestión el club dio el salto cualitativo a finales de los 50.
Desde mediados de los 70 a los 80, el Elche alternó temporadas en Primera División, donde peleaba por no bajar y eran noticia en toda España sus derbis con el Hércules, el eterno rival, con otras en Segunda, categoría en la que siempre era aspirante a lo máximo.
El club vivió una de sus peores etapas a principios de los 90, cuando estuvo a punto de desaparecer por las deudas contraídas con los jugadores. Deportivamente, el Elche cayó en esa temporada a Segunda B, donde permaneció seis años. Tras un nuevo descenso y un ascenso inmediato, el Elche cerró el pasado siglo en Segunda, donde se estabilizó durante más de una década.
En la temporada 2012/13 vivió uno de sus momentos más brillantes, ya que logró el ascenso a Primera como campeón de Segunda, batiendo todos los registros de la categoría. Este ascenso marcó un hito para la ciudad, ya que hacía 24 años que el equipo no estaba en la máxima categoría, por lo que fue la primera gran celebración para una generación entera de aficionados.
Aquel equipo, dirigido por Fran Escribá, es uno de los mejores de siempre del club, ya que además logró estabilizarse en Primera tras dos permanencias consecutivas.
Sin embargo, la mala gestión económica y el incumplimiento con las obligaciones con Hacienda provocaron el descenso administrativo del Elche en el verano de 2015. El club pasó unos días en estado crítico y en peligro de liquidación, pero la mediación de unos empresarios locales y la creación de un consejo de administración de consenso salvó al equipo, que pudo comenzar la temporada en Segunda.
El Elche volvió a tocar fondo en 2017, cuando descendió de nuevo a Segunda B a pesar de haber recuperado para el equipo a Juan Francisco Martínez ‘Nino’, el jugador leyenda del Elche, ya que es el que más goles y partidos ha disputado en la historia de la entidad.
El descenso marcó un punto de inflexión, ya que permitió regenerar el club, sanearlo económicamente tras una ley concursal y remozar la plantilla.
El equipo logró ascender con Pacheta, otro de los iconos ya de la historia del Elche, a Segunda y, tras un año de consolidación, dio la gran sorpresa en el curso 2019/20 al colarse en la fase de ascenso casi de rebote y ascender a Primera, contra todo pronóstico y en plena pandemia, tras eliminar a Zaragoza y Girona, en una de las más grandes gestas que se recuerdan en la entidad.
Meses antes, el club, por primera vez, había pasado a manos de un propietario de fuera de Elche. Christian Bragarnik, agente futbolístico argentino, compró la entidad al anterior máximo accionista, Pepe Sepulcre, iniciando de esta forma una nueva era.
El Elche se salvó contra todo pronóstico del descenso en su primer año y en el segundo dio un gran nivel, ya que apenas sufrió para asegurar la continuidad en la categoría, batiendo además su récord histórico de puntos.
Con el club estabilizado en Primera y saneado económicamente, el propietario centró sus objetivos en modernizar el estadio Martínez Valero y en la creación de una gran ciudad deportiva para la base como grandes proyectos de un centenario.
Sin embargo, los 100 años llegan en plena crisis deportiva, aunque una visión global muestra al club saneado, con 24.000 abonados, a solo mil de su récord histórico, y compitiendo en Primera en uno de sus mejores momentos de su ya centenaria historia.