ALICANTE (EFE). El Hércules, que esta pasada temporada logró el ascenso a Primera Federación dirigido por el técnico Rubén Torrecilla, dará continuidad a un entrenador en su banquillo cinco campeonatos después.
El equipo alicantino no se ha caracterizado en las últimas temporadas por la estabilidad deportiva, ya que hasta la llegada de Torrecilla únicamente Lluís Planagumà logró romper una tendencia que se prolongaba desde hacía una década.
Planagumà firmó en el curso 2018/19, llevando al Hércules en su primera temporada al subcampeonato del grupo y a la final de la fase de ascenso.
A pesar de la decepción de no subir en la ronda final, el club valoró su trabajo y le ofreció la continuidad, pero un mal inicio del campeonato siguiente provocó su destitución.
Desde la salida de Planagumá, ningún entrenador de los que ha pasado por el banquillo herculano, como David Cubillo, Sergio Mora o Ángel Fernández logró enlazar más de un año en el banquillo alicantino.
Antes de Planagumá, Juan Carlos Mandiá dirigió al equipo durante toda la temporada 2011/12, tras el descenso de Primera División, y arrancó la 2012/13, en la que posteriormente sería destituido.
En la primera década del presente siglo, Esteban Vigo arrancó como entrenador dos temporadas. En la primera (2009/10) llevó al equipo a Primera División y en la segunda acabó siendo despedido en la segunda vuelta.
Torrecilla, que firmó el pasado verano tras la polémica salida de Lolo Escobar a punto de comenzar la pretemporada, aceptó la propuesta herculana para dos años, ya que deseaba confeccionar un proyecto a medio plazo, algo poco habitual en la entidad alicantina.
El entrenador extremeño, a pesar de haber vivido momentos críticos durante la temporada, ha salido reforzado del pasado curso e incluso va a ser una pieza vital en la planificación deportiva del equipo junto al secretario técnico, Paco Peña.