VALÈNCIA. Emilse Evelyn Rossi (Córdoba, Argentina, 30/10/1992) delantera y figura del Valencia Club de Hockey ha decidido dejar el stick que empuña desde que lo cogió con siete años en su Córdoba natal y guardar en un cajón el brazalete que la distingue como capitana en València, su tierra de adopción. Su carrera de 20 años en las canchas de Argentina y España toca a su fin "porque son muchos años y el nivel de compromiso cada vez es mayor". "Me encuentro en una etapa de vida en la que no sé si podré mantener mi grado de compromiso con el club", reflexiona en conversación con Plaza Deportiva.
Su idilio con el hockey comenzó "en una escuelita de verano". Recuerda que "había gestos" que le salían "con facilidad". Así que empezó a practicarlo con asiduidad, primero en Argentina y luego en España. De jugar en el Club Palermo Bajo paso a hacerlo en el Valencia Club de Hockey, al que ha ayudado a crecer. "Me gusta pensar que he aportado mi granito de arena", indica Emi, orgullosa de que esta temporada "una de las mejores" el club "haya hecho historia". "Ha sido el resultado de mucho trabajo evolutivo. Hemos estado a un paso de subir a la Liga Iberdrola. Una temporada donde, por segundo año consecutivo, hemos luchado por el ascenso a la máxima categoría", destaca.
- ¿Dónde empieza la historia de Emi Rossi y el hockey?
- Empezó en Córdoba (Argentina), donde nací. Iba a una escuelita de verano en la que se hacía multideporte y una de las modalidades que se practicaba era el hockey. Lo hice, en un primer momento, por mi afinidad a la entrenadora, que se llamaba Paula Maad. Pero luego me empezó a llamar la atención: había gestos que me salían con facilidad y cuando acabo el verano fui de seguido durante el año. Tenía siete años.
- El hockey tiene cierta repercusión en Argentina. ¿Algún familiar lo practicaba?
- Nadie y curiosamente en mi familia, que son aficionados a este deporte. En Argentina es un deporte, sobre todo el hockey femenino, que tiene bastante difusión.
- Seguiste jugando durante el año hasta llegar a federarte.
- Empecé en la escuelita de verano, luego pasé a entrenar en una escuela recreativa que no estaba federada. Después me cambié al club cuando cerraron la escuela. A la edad de 11 años empecé a jugar como federada en el club Municipalidad y, más tarde, pasé a formar parte del Club Palermo Bajo, que es una institución deportiva argentina de hockey sobre césped femenino, rugby masculino, natación y tenis con sede en la ciudad de Córdoba. Con Palermo conseguí un ascenso de categoría para jugar en ligas nacionales.
-¿Hasta cuándo juegas en Palermo?
-Estoy jugando en Argentina hasta el 2018, en primera división de la liga cordobesa.
- Luego decides marcharte a España y, concretamente, a València. ¿Por qué?
- Tomé la decisión junto a mi pareja Federico Tomassoni de buscar un estilo de vida diferente. La situación del país no era la mejor y en mi profesión, soy profesora de Educación Física, tampoco. Además, me gusta viajar y decidimos tratar de conocer la realidad de España para conseguir estabilidad. Una de las razones para elegir València fue porque tenía hockey.
- Y llegas al Valencia Club de Hockey, que hasta el día de hoy es tu equipo en España.
- Sí, fue a través de contactar con Paula Gimeno, que por aquel entonces estaba de coordinadora. Por afinidad con ella, empecé a conocer el club y me decidí por jugar aquí.
- Pero empiezas en el segundo equipo
- Sí. Hay una explicación. Era una recién llegada y como estaba instalándome, poniendo mi vida en orden, buscando piso y trabajo, y conociendo la ciudad, no me podía comprometer. Así que entré en el segundo equipo. Era 2019. Estuve un año. Me vino bien para coger ritmo. Fue muy positivo. Había un gran grupo humano. Y ascendimos a primera territorial. Un año después, en plena pandemia, en 2020, ya estaba en el primer equipo.
-Y en lo personal, ¿te costó mucho conseguir empleo?
- Me busqué le vida y trabajé en otras cosas que no tenían nada que ver con mi profesión. Luego, afortunadamente, me dieron la oportunidad de trabajar en la Federación Valenciana de Hockey como preparadora física de las selecciones autonómicas. También trabajé en el Complejo Educativo de Cheste con alumnos de primero a cuarto de la ESO para fomentar el hockey. Ahora tengo un empleo estable. Estoy en Valencia como mánager y entrenadora personal en el gimnasio Basic Fit para la empresa de entrenamiento personal Funziona.
-Durante tu estancia en el Club de Hockey Valencia lo has visto crecer y desarrollarse y has contribuido con varios ascensos.
- Me gusta pensar que he aportado mi grano de arena.
- ¿Esta temporada el club ha dado un paso adelante?
- Ha sido una de las mejores. El resultado de mucho trabajo evolutivo. Hemos estado a un paso de subir a la Liga Iberdrola. Acabamos la temporada en la División de Honor B. Una temporada donde, por segundo año consecutivo, hemos luchado por el ascenso a la máxima categoría.
- ¿Habéis contado con dos opciones para subir de categoría?
- La primera oportunidad fue ante el FC Barcelona en la eliminatoria previa para la Final Four. Perdimos, pero luego jugamos el Play Out para subir a la Liga Iberdrola ante el penúltimo clasificado de la máxima categoría, la UD Taburiente. En el partido de ida caímos 4 a 0 en Canarias, y en la vuelta perdimos 3 a 6 en un partido muy disputado que quedó en manos del ‘Tabu’, que logró la permanencia en la máxima categoría del hockey nacional femenino. Pero pudimos soñar con el ascenso y cerramos una nueva temporada peleando por subir a División de Honor Femenina. Creo que hemos hecho historia.
- ¿En el Play Out notaste mucha diferencia con un equipo de Liga Iberdrola?
- Hay diferencias, claro. La mayoría por los fichajes que estos clubes pueden hacer para reforzarse. Nueve de sus jugadoras en la plantilla eran incorporaciones, si no me equivoco. En nuestro club la mayoría son jugadoras de toda la vida o de la cantera. Se notó la diferencia de ritmo, de experiencia... Lo positivo es que compañeras que todavía son juveniles de 16 años han tenido la experiencia de jugar por el ascenso. Muchas de ellas estaban estudiando para la EBAU, que empezaba justo antes del partido de vuelta.
- Y pese a la evolución del club, y a tu papel en esa mejora, has decidido no continuar
- Porque son muchos años y el nivel de compromiso cada vez es mayor. La vara de medir cada vez es más alta y la idea del club es la de seguir creciendo. Me encuentro en una etapa de vida en la que no sé si podré mantener mi grado de compromiso con el club. Además, hay que dejar espacio a la juventud que viene.
-¿Tienes la decisión meditada totalmente?
- Empecé el año pensándolo, pero ya me cuesta ir a los entrenamientos. Y el rol de capitana requiere un compromiso para el grupo y si no me encuentro al cien por cien no estoy a gusto.
- ¿Será difícil dejar algo que amas?
- Desprenderme al cien por cien es complicado, pero ahora, realmente, necesito una pausa. No descarto volver de alguna forma al hockey y seguiré yendo a ver a mis amigas jugar. Es difícil soltarme, claro.
-El club te tendrá preparado un homenaje.
- Realmente la primera despedida que tuve fue en el partido ante el Barcelona en casa; pensaba que íbamos a ganar pero perdimos. Luego volvimos a jugar en casa contra el 'Tabu' y ahí tuve el último reconocimiento. El club siempre se ha portado muy bien conmigo. Ahora seguimos entrenando de forma recreativa y porque las juveniles han clasificado para el campeonato de España y es una forma de ayudarlas. Cuando acabe la temporada haremos una cena de despedida.
- ¿Cuántas cosas bonitas te ha dado este deporte?
- Es un deporte que me ha dado muchísimo: mis amigas, experiencias... demasiada experiencia en lo personal que me ha ayudado a formarme como soy. Lo que más recalco es que lo puedo extrapolar a mi vida porque en mi carrera se ejerce de líder positivo como en el deporte y, además, tantas experiencias en el deporte me han ayudado a analizar los problemas y a buscar soluciones en mi vida cotidiana.
-Acaba la frase: El hockey es para mí...
- El hockey para mí es una pasión que ha marcado mi vida, me ha definido como persona y me ha inculcado los valores que predico en el día a día.