Ahora sí existe el fútbol femenino y está creciendo de una manera imparable. Vale, sí, es cierto que las futbolistas cobran muy poquito dinero y que hasta ahora parecía que formaban parte de un club de forma marginal. Pero eso está cambiando...
VALÈNCIA. Hoy no me interesa hablar del Valencia, ni de Alemany, ni de fichajes, ni de Voro, ni de nadie relacionado con el Valencia Club de Fútbol. Hoy es viernes y el próximo domingo tenemos un partidazo en el viejo coliseo de Mestalla. Y no es un partido más. Entiendo que de alguna manera deberíamos tomarnos este choque como una llamada de atención a todos los que nos gusta el deporte y no hemos prestado demasiada atención al fútbol femenino. Pero él lo ha conseguido. El propio fútbol femenino español ha ido creciendo pasito a pasito pero de una forma incuestionable. Y sí, el domingo el Valencia Femenino -que no pertenece al Valencia Club de Fútbol... sí a su Fundación- recibe al Levante Unión Deportiva en un choque inolvidable sobre la verde pradera de Artes Gráficas. Y yo no me lo pienso perder. Es una cita histórica. Y ellas necesitan el apoyo de todos... aunque mi presencia para este choque resulte mínima.
CRECER Y SUFRIR
Y sí, el fútbol femenino ha pasado casi de estar en la oscuridad más absoluta a sacar su cabeza en los medios de comunicación y a comenzar a ser importante. Ya no hablamos de ellas como un simple equipo -da igual Valencia que Levante-. Ahora nos hemos dado cuenta de que el fútbol no es solo un deporte de tipos importantes y más o menos millonarios. No. Ahora sí existe el fútbol femenino y está creciendo de una manera imparable. Vale, sí, es cierto que las futbolistas cobran muy poquito dinero y que hasta ahora parecía que formaban parte de un club de forma marginal. Pero eso está cambiando. El fútbol femenino es fútbol en estado puro. Y todos deberíamos aprender algo de él... y seguirlo y sentirlo como seguimos y sentimos al de los hombres.
Y TRABAJANDO
Miren, las chicas ganan tan poquito -en Europa nos llevan una enorme ventaja en muchos países- que les supone realmente un esfuerzo dedicarse al deporte que les ha robado el corazón. No son millonarias ni cerca de ser millonarias. Ganan muy poquito pero son felices jugando a fútbol y sintiéndose arropadas por la gente que empieza a girar su cabeza hacia el fútbol femenino y valorarlo en su justa medida. Y sí, lo confieso. A mi me sucede eso. A mi ahora sí me interesa lo que hagan las chicas sobre el terreno de juego y me interesa aún más saber valorar todo el esfuerzo que hacen para estar bien de cara a la competición.
YO VOY A IR
Y sí, puedo escribir un montón de frases sobre el fútbol femenino pero nada describirá mejor lo que siento que ir este domingo a Mestalla para ver un atractivo derbi entre los dos equipos de Valencia ciudad. Y sí, me gustan los dos y me gustan e interesan más todavía toda la atmósfera que envuelve su trabajo e implicación. El fútbol femenino ha comenzado a crecer de forma incuestionable y yo espero un entradón en Mestalla este próximo domingo. Ahora, les voy a ser sincero, yo al margen de ver el duelo voy a mirar a estas tipas con la admiración que me causa el esfuerzo y el trabajo que hacen para estar a la altura. Las palmas que les dedique Mestalla son como un abrazo gigante que se merecen todas y cada una de las jugadores, técnicos, ayudantes y demás. Para mi es un homenaje en toda regla. Y es modernidad... el fútbol femenino es para gente que sí le interesa el deporte. Y eso ya es mucho.