VALÈNCIA. Cuando un equipo deportivo entra en esa dinámica en la que los resultados no se dan, a pesar de que tal vez aparentemente se hagan las cosas bien desde diferentes puntos de vista, a pesar de que esa misma manera de funcionar en otras ocasiones pudiera ser exitosa, es muy probable que exista la sensación en el entorno deportivo de fracaso, de que las cosas no van a ir bien; y quizás se entre en un sentimiento de desesperanza que aleja las posibilidades de poder revertir la situación. Es lógico, en parte, pensar que si hasta ese momento las cosas no van como se espera, seguirán igual (“si se hace lo mismo, se conseguirá lo mismo”). Y esa sensación repercute en cómo se afrontan las siguientes competiciones, lo que, a su vez, influye en la manera de afrontar los partidos, de alguna manera “catastrofista”. Esto quizás es una manera muy simple de analizar esta situación, pero explica la sensación que tienen muchos deportistas, muchos equipos, cuando los resultados no se dan.
El cambio de entrenador
Cuando se da un cambio de entrenador aparecen nuevos estímulos, una esperanza distinta, y una forma diferente de hacer las cosas. Además, desde el manejo de grupos, se entra en lo que se llama la fase “tormentosa”, donde los miembros de ese equipo buscan encontrar su espacio y se genera una dinámica que “mueve” al grupo reubicando los roles, las responsabilidades, las funciones…. Pasan cosas, y esas cosas “mueven” lo que hasta ese momento ocurre, y hacen que se funcione de forma un tanto diferente. Y al funcionar de alguna forma distinta, la sensación también es diferente: es posible que se cambien los malos recuerdos por ilusiones, entre otras cuestiones.
Lograr el máximo rendimiento deportivoGenerar una nueva dinámica a través de un cambio
Y si existe una sensación impregnada en el grupo de que las cosas no salen, mover a grupo, generar nuevos estímulos, una dinámica diferente, es un generador de cambio psicológico que influye en la autoconfianza (pueden haber pensamientos de que realmente se puede haciendo desaparecer otros más catastróficos), el enfoque motivacional (se plantea un nuevo reto, se genera nueva ilusión), la selección de estímulos atencionales (se atiende a aquello que se considera relevante en función de lo que pide el nuevo entrenador), el manejo del estrés (la percepción de amenaza es distinta,ya que nuevos mensajes y estímulos pueden suponer la percepción de nuevas soluciones y posibilidades), la activación (quizás no se va a tan acelerado)… es decir, directamente en el rendimiento deportivo.
De esta forma, la costumbre (sensación) de “perder” (o de no lograr resultados) puede verse cambiada por una nueva visión, una ilusión que, seguramente, favorecerá el funcionamiento psicológico, a menos en un primer momento que también, obviamente influirá en las posibilidades de obtener un buen resultado deportivo.
Pero claro, para vencer a un rival, tienes que funcionar bien (mentalmente), y plasmar en la cancha recursos deportivos (técnico-tácticos, por ejemplo) que favorezcan el jugar bien y, de esta forma, tener más opciones de ganar. ¿Hay tiempo en tres días para que esto se plasme en el campo? No mucho, desde luego, pero sí para ofrecer ciertas soluciones técnico-tácticas que acompañadas de esa nueva dinámica que de por sí y al menos en un primer momento regula esas variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo, harán que el equipo pueda tener un mejor funcionamiento.
¿Qué ocurrirá en el Valencia-Real Madrid y posteriormente?
Desde esta perspectiva, y al menos en el inicio del partido, el Valencia CF será un equipo con una ilusión nueva, más suelto, con ganas de demostrar al nuevo cuerpo técnico de lo que puede dar de sí, y con la sensación de que tienen recursos para vencer al rival (es lógico pensar que el nuevo cuerpo técnico planteará claramente su nueva forma de jugar, lo que supone una ilusión por adaptarse a ella por parte de los jugadores); porque ya no se mira tanto en el pasado, sino en el presente y el futuro; en lo que se está haciendo y en lo que se puede conseguir en esta nueva situación, en esta nueva dinámica.
Y con eso llegará el resultado a favor o en contra. Que si marcas un gol pronto, o te lo marcan; que si consigues un buen resultado, o no. Que si se comenten errores y cómo se manejan. Y los aciertos.
Y lo que se ha hecho durante ese partido. Y cómo se maneja y qué piensan los jugadores de todo eso.
Nueva dinámica determinada por lo que eres capaz de hacer, de tus recursos, y de cómo analizas lo que ha ocurrido. Esa nueva dinámica provocará que el funcionamiento, las sensaciones, las creencias… sean de una manera u otra, y eso determinará otra vez la forma de funcionar y el resultado en los momentos y partidos siguientes.
Aprovechar y manejar los momentos, dependiendo de uno mismo
La calidad de los jugadores, la capacidad del cuerpo técnico de sacar el rendimiento, la forma de jugar, el manejo del grupo, la creencia de los futbolistas en la idea de juego, el adecuado manejo de las variables psicológicas… todo ello, determina el rendimiento. Y depende de ellos mismos lo que de ellos mismos depende. Eso es lo máximo que se puede hacer, y hay que hacerlo. De eso se trata.
Ahora mismo, existe un momento “favorable”, facilitador, que genera el propio cambio de entrenador, que ayuda a mirar hacia delante. Ese efecto puede durar un partido, o mucho más, en función de las circunstancias y cómo se manejen. La verdadera clave está en hacer el máximo que depende de uno, gestionando adecuadamente las circunstancias.
Quizás el Real Madrid no sea el mejor rival para esta nueva dinámica (o sí, nunca se sabe), porque el dicho de “entrenador nuevo, victoria segura”, seguramente viene porque esas nuevas dinámicas sueltan al equipo y hacen que se centren más en lo que hacen mirando hacia un nuevo proyecto ilusionante, lo que además hacen que se pueda rendir más, quizás “esporádicamente”. Y claro, los puntos valen igual contra el primer clasificado que contra el último, aunque la exigencia puede ser distinta. Porque ese efecto inicial pasa, se va modulando en función de lo que ocurre y en cómo evoluciona el grupo.
Es lo que hay. Se trata de aprovechar esta nueva dinámica para que las cosas, esta vez, vayan mucho más de cara y eso se traduzca en los resultados que todos esperamos.
Sea como fuere, independientemente del resultado del viernes, el Valencia CF tendrá que encontrar aquellas soluciones deportivas a la nueva situación, buscando el máximo rendimiento deportivo (entre otras cosas manejando adecuadamente variables psicológicas) y que existan los mejores recursos para poder alcanzar los objetivos planteados, se alcance o no esa “victoria segura” este viernes, con un nuevo entrenador.
David Peris Delcampo es Psicólogo Experto en Psicología del Deporte, entrenador nacional de fútbol y de fútbol sala, Presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte y profesor de la Universidad de Valencia.
@dperisd