VALÈNCIA. La selección femenina española logró la primera clasificación de su historia para unos Juegos Olímpicos al imponerse en la semifinal de la Liga de Naciones a Países Bajos en una demostración de madurez notable y la exhibición de sus galones de actual campeona del mundo.
El conjunto de Montse Tomé completó un magnífico encuentro, principalmente en el primer periodo, en el que minimizó todas las virtudes de una selección como la neerlandesa que casi nunca tuvo opción a salir airosa de La Cartuja y ahora se jugará la plaza en París 2024 ante Alemania el miércoles en el estadio Abe Lenstra de Heerenveen.
Pese a una temprana aproximación peligrosa con remate forzado y desviado de la barcelonista Esmee Brugts, el cuadro que adiestra Andries Jonker sucumbió sin remisión ante las pupilas de Montse Tomé, que apenas dejaron opciones a las neerlandesas para inquietar a Cata Coll, por otro lado muy segura cuando el balón llegó a sus inmediaciones.
España, que había ganado a Países Bajos en sus últimos enfrentamientos, como por ejemplo en los cuartos de final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, no necesitó en esta ocasión de la épica de aquella noche de Wellington, cuando Salma Paralluelo firmó el 2-1 en la prórroga.
En esta oportunidad la Roja demostró sus galones, su estrella de campeona mundial, y solventó el partido con madurez, y eso que le faltaba un dúo más que importante en su esquema, concretamente en la medular, la doble Balón de Oro Alexia Putellas y el eje Tere Abelleira, los dos descartes de la convocatoria para este encuentro por sus problemas físicos.
Tomé, como ya hiciera en alguna que otra ocasión Jorge Vilda, situó a Laia Aleixandri, central del Manchester City, en la medular. Su labor fue impagable, modélica. Siempre al auxilio del equipo, eficaz y ágil en el robo y fácil en la distribución hacia Aitana Bonmatí y compañía.
No se desesperó España por el hecho de que la propia Salma Paralluelo no pudiera desnivelar la balanza en varias oportunidades muy claras. Otra prueba de madurez. Jenni Hermoso, que no había tenido excesivo protagonismo en el arranque. Fue de nuevo decisiva al resolver con precisión y encaminar la trascendental victoria cuando se acercaba el descanso. Lanzada la Roja, Aitana aún tuvo tiempo para poner el 2-0 antes del intermedio.
La actual mejor jugadora del mundo aprovechó un magnífico centro de una Mariona Caldentey que fue otra de las destacadas del encuentro en otra demostración de su tran importancia en este equipo, como Ona Batlle, a la postre elegida mejor jugadora del encuentro.
Mariona y Ona habitualmente están fuera de los principales focos, pero son poco menos que imprescindibles. La atacante porque siempre que aparece sucede algo, con su visión, sus conducciones, su habilidad, su olfato, y la lateral por su despliegue constante, su concentración su versatilidad.
De nuevo llegó un momento en el que pasó de la banda derecha a la izquierda. Tomé decidió relevar a Olga Carmona y reemplazará a Oihane Hernández. Ona pasó, como otras muchas veces, al lateral zurdo. Sin problema. Y ahí la barcelonista remató el triunfo al culminar una acción en la que recibió en profundidad de Mariona, centro ál área y tuvo arrestos para remachar el gol tras sendos intentos de Salma Paralluelo y Alba Redondo.
Pero, lejos de individualidades, fue el triunfo de un bloque que tras ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda y superar los momentos difíciles que sucedieron al glorioso encuentro de Sídney no ha parado de demostrar su valía y su progresión imparable salvo el 'accidente' de Italia en Pontevedra.
Esta completando la primera Liga de Naciones de la historia de forma modélica, al ganar su grupo por delante de Italia, Suecia y Suiza, con una gran autoridad e incluso capacidad de resiliencia en los momentos más difíciles, especialmente en los dos partidos ante el cuadro nórdico.
Esta selección española ha confirmado que tiene recursos y variables suficientes para manejar las situaciones y descomponer a sus oponentes. El fútbol combinativo, con Aitana como estandarte, típico de la Roja, mezcla a la perfección con toda esa aportación a los espacios de Salma Paralluelo ya sea desde la banda o como punta de lanza, con su velocidad, para convertirse en una tortura para las rivales.
El miércoles tiene ante Francia otra final por delante, de nuevo en La Cartuja, ante su afición, que este viernes batió el récord de asistencia en un encuentro de la selección con 21.856 espectadores, entre ellos Ivana Andrés, la central del Real Madrid que ejerció de capitana en el Mundial, y que pese a no ser convocada no quiso perderse el encuentro junto a su pareja e hija. El título en juego, que no es poca cosa. Y en el horizonte veraniego aparece la histórica presencia en los Juegos Olímpicos. El gran anhelo, el gran reto, está cumplido, pero esta España ha demostrado que no quiere detenerse.