VALÈNCIA. Casi todas las posibilidades de ascenso del Levante pasan por el encuentro de la noche de este sábado en Orriols. Es un partido límite, como ya lo fue el que se sacó adelante en Villarreal. No va más, prácticamente. Caer no alejaría la promoción de forma matemática, pero sí mental. Es la noche más importante de la temporada y Felipe Miñambres la prepara a conciencia.
El astorgano ensaya un once similar al que cuajó en La Cerámica hace una semana, pero tendrá matices irremediables. Sin Álex Muñoz, al técnico se le abre un boquete importante que habrá de tapar con algunas de las opciones en la recámara. Convencen pocas. El rendimiento del alicantino le había incrustado en el costado sin rival y ahora el sustituto podría ser el canterano Cabello, que ha probado las mieles del carril izquierdo en las inferiores granotas -con Felipe, en la élite, solo ha jugado como central-. De lo contrario, Valle podría regresar a la titularidad, aunque el preparador leonés no ha confiado demasiado en él de inicio en su nueva etapa en el banco. Es la gran duda del once y Miñambres habrá de mover sus fichas.
El resto, podría seguir la misma plantilla de Vila-real. Dela y, en caso de mover a Cabello, Maras en el eje. Andrés García en el carril diestro y Fernández, en la portería. En el centro del campo Oriol Rey volvió a rendir y apunta a repetir, mientras que Pablo y Carlos Álvarez son inamovibles. Por Lozano, en casa, podría entrar Fabrício, pero el carioca ha perdido toda su energía y quedó relegado al banco durante todo el último choque. La punta está reservada para Brugui y Dani Gómez.
Con todo, el posible once del Levante ante el Eibar, en una auténtica final, podría ser el formado por Andrés Fernández, Andrés García, Dela, Maras, Cabello o Valle, Oriol Rey, Pablo Martínez, Carlos Álvarez, Lozano, Brugui, Dani Gómez