Hoy es 14 de octubre
VALÈNCIA. El Levante está de dulce. Con buenos resultados, sensaciones óptimas y pocas bajas. La sensación de bonanza deportiva dentro de la vorágine de estrecheces económicas en la que habita el club ayuda a que el vestuario centro el tiro: ha sido un mercado complicado, pero el equipo carbura. Felipe Miñambres ha insistido en más de una ocasión en que, para que el conjunto granota luche por el ascenso, habría de encontrar la mejor versión de muchos de los pupilos de Julián Calero. De momento, el equipo parece haber cogido el sendero correcto.
Por eso el entrenador se plantea pocos cambios. No tocar lo que funciona es una premisa que puede servir al Levante para exhibir músculo en una Romareda que también ha visto cómo los suyos, pese al último tropiezo, han firmado un arranque de torneo ilusionante. Para ahogarlo, en el Levante no se esperan demasiados cambios. Andrés Fernández seguirá bajo palos, custodiado por una defensa de cuatro: Andrés García, Elgezábal, Cabello y Pampín apuntan a repetir en la zaga.
En el centro del campo, la demarcación más nutrida del elenco levantinista, caben más dudas. Kocho apunta a regresar al once y, mientras, Oriol Rey se ha convertido en pieza clave para el técnico. Si bien el catalán podría verse inmerso en la rotación por primera vez en el curso, la lógica llevaría a no mover el dibujo del círculo central que ha funcionado hasta la fecha. Sí al acompañante.
Y es que Sergio Lozano podría ser el jugador que se caiga de la alinación inicial respecto a los que empezaron el duelo ante el Eldense. Se mantendría Pablo Martínez por delante de los dos centrocampistas y Carlos Álvarez, partiendo desde fuera. En punta, Brugui y Morales.
Con todo, el posible once del Levante en La Romareda podría ser el formado por Andrés Fernández, Andrés García, Elgezábal, Cabello, Pampín, Oriol Rey, Kocho, Pablo Martínez, Carlos Álvarez, Brugui y Morales.