Exvalencianistas por el mundo: André Gomes

VALÈNCIA. El crecimiento del fútbol británico durante los últimos años ha sido estratosférico a todos los niveles. Los grandes siguen siendo grandes, aunque cada vez lo pasan peor frente a los modestos, que atesoran un seguimiento tan místico como el de los poderosos. Todos y cada uno de los clubes constituyen así una religión con una historia y un vínculo tan especiales que dan como resultado un éxito rotundo, tanto en lo romántico como en lo económico. Este patrimonio, entre otras muchas cosas, le concede a la Premier League la etiqueta de mejor liga del mundo.

Históricamente, en Reino Unido se hablaba del Big Four para hacer referencia a los cuatro grandes dominadores (Manchester United, Liverpool, Arsenal y Chelsea) del apasionante fútbol de las islas. Luego aparecieron Manchester City y Tottenham para desafiar el concepto y engendrar el Big Six. Sin embargo, en cuanto a pasión, fidelidad, historia, sufrimiento y, en definitiva, la vivencia de unos colores, los privilegios no son un lujo exclusivo de los grandes…ni muchísimo menos.

En Inglaterra, esa respetada cuota de patrimonio de los clubes, tan desigual en otros países como el nuestro, parece querer trasladarse también al terreno de juego. Con el Manchester City de Guardiola intratable la presente campaña, tanto Manchester United como Chelsea (que ha firmado a Thomas Tuchel en sustitución de Frank Lampard) pelean cada centímetro con Leicester City y West Ham United, dos instituciones que desafían el adjetivo de “modesto”.

Más allá de los problemas de Tottenham y Arsenal, noveno y décimo respectivamente, los dos vecinos de Liverpool viven tendencias contrapuestas. El Liverpool se desploma en Premier, y empata a puntos con su vecino Everton, que ha jugado un partido menos y casualmente viene de hurgar en la herida de su eterno rival, imponiéndose el pasado sábado en Anfield por 0-2.

La transición ha sido dura y ha durado varios años, pero el Everton parece que pone los cimientos de un proyecto que presenta muy buenas maneras. Carlo Ancelotti es el cerebro y el líder de un grupo de jugadores que ya ha desarrollado automatismos. En una plantilla que cuenta con jugadores de la talla de James Rodríguez, Richarlison, Tom Davies, Lucas Digne, Gylfi Sigurdsson, Jordan Pickford o el gran Dominic Calvert-Lewin, encontramos un exvalencianista que siente orgullo por todos los obstáculos que superó y por vestir la camiseta de los toffees: André Gomes.

Formado en las categorías inferiores de Oporto, Boavista y Benfica, el portugués llegó a Valencia en verano de 2014 por intercesión de Peter Lim y Jorge Mendes procedente del histórico club de Lisboa, donde André Gomes debutó al máximo nivel de la mano de Jorge Jesús (que hoy, curiosamente, también es el inquilino en el banquillo de las águilas).

Su primera temporada en Mestalla fue espectacular. Fue un fijo para Nuno en un centro del campo en el que acompañaba a Javi Fuego y Dani Parejo, y el equipo amarró la clasificación para la siguiente edición de la Champions League. Con solo 21 años, se hizo un hueco en la selección lusa y gozó de la confianza de Fernando Santos, con el que ganaría la última Eurocopa disputada hasta el momento, tras vencer a Francia en Saint-Denis.

La campaña siguiente fue complicada a nivel colectivo, pero el portugués siguió dando muestras de su nivel técnico y físico, y abandonó el Valencia tras dos años rumbo al FC Barcelona a cambio de 37 millones de euros. Para el recuerdo, un fantástico gol al Atlético de Madrid en Mestalla.

"Todo fue genial. Tenía muy buena relación con el entrenador y teníamos un equipo excelente. Me sentía muy libre en el Valencia, fue una etapa muy feliz”

André Gomes a Eleven Sports

En la ciudad condal, el portugués levantó una Supercopa de España, una Liga y dos Copas del Rey. Sin embargo, ni su nivel ni sus minutos estuvieron a la altura de las expectativas. El exvalencianista reconoció públicamente que atravesó momentos realmente difíciles a nivel mental en Barcelona; incluso llegó a afirmar que en ocasiones sentía miedo de salir a la calle. Su escasa participación y sus problemas desembocaron en una cesión al Everton en 2018 para un año después firmar su traspaso definitivamente por el club de Liverpool.

Dos años y medio en Goodison Park han generado verdadera pasión de los aficionados hacia el exvalencianista. Tras temporada y media, el portugués dejó claro que su fútbol encaja en la Premier: excepcional manejo de balón, potencia, llegada y buen disparo. Sin embargo, el 3 de noviembre de 2019, en una disputa con Heung-Min Son, sufrió una espeluznante y grave fractura de tobillo derecho con desplazamiento.

Durante sus cuatro meses de recuperación, tiempo muy escaso dada la gravedad de la lesión, llegó al club Carlo Ancelotti: una leyenda viva del fútbol europeo que pretende lanzar un proyecto que permita al Everton acercarse a los de arriba. A pesar del salto de calidad de la plantilla toffee el pasado verano, André Gomes ha tenido la confianza del italiano desde que se recuperara de aquella horrible lesión, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.

A día de hoy, André es feliz en Liverpool. El equipo cree en Ancelotti y, aunque necesita tiempo, está haciendo disfrutar mucho a los suyos. La victoria 0-2 en Anfield el pasado sábado en el Merseyside derby, en el que el exvalencianista fue titular en la medular junto a Tom Davies y Abdoulaye Doucouré, fue una muestra más de la línea que quiere seguir el grupo.

El horizonte pinta bonito. El exvalencianista luchará lo que resta de temporada por un reto tan bonito como difícil: hacerse un hueco en la Portugal que disputará la próxima Eurocopa. Los lusos presentarán su mejor selección en muchos años, quizá la mejor de Europa jugador por jugador: Rúben Dias, Joao Cancelo y Bernardo Silva (Manchester Cty), el renacido Renato Sanches (Lille), Joao Moutinho, Pedro Neto y Rúben Neves (Wolverhampton Wanderers), Danilo Pereira (PSG), Joao Félix (Atlético de Madrid) y el gran Bruno Fernandes (Manchester United) formarán un elenco de futbolistas de desmesurado talento que acompañará al capitán Cristiano Ronaldo en busca de la reválida continental.