GRUPO PLAZA

exvalencianistas por el mundo

Exvalencianistas por el mundo: Jordi Alba

13/04/2024 - 

VALÈNCIA. Con el Mundial 2026 en el horizonte, el fútbol sigue derribando barreras en Estados Unidos para codearse entre los deportes más seguidos y populares del país. La gran apuesta de las televisiones y las cada vez más cuantiosas inversiones han hecho de la Major League Soccer (MLS) un fenómeno que atrae cada año a más espectadores norteamericanos y más futbolistas europeos, independientemente del tramo de la carrera deportiva en el que se encuentren.

Hay mucho debate acerca del formato o sistema de competición. Acostumbrados a las ligas europeas, resulta extraño que una competición de fútbol se dispute en un formato similar al de la NBA o las Grandes Ligas de Béisbol (MLB). En Europa, deportes como el baloncesto han hecho universal el formato “americano”; sin embargo, muchos aficionados siguen reacios a seguir una liga de fútbol en la que hay una temporada regular y unos playoffs que dictan sentencia.

"Al principio (el formato) es raro y diferente, sobre todo si vienes de Europa. Pero cuando te adaptas, es algo muy especial", Carles Gil, futbolista de los New England Revolution, para Marca

Así se disputa el soccer, con playoffs, sin ascensos y descensos y con la celebración de un draft anual en el que las franquicias eligen los mejores talentos universitarios. De este modo, Estados Unidos tiene el hándicap respecto a Europa de que las universidades no tienen el potencial para sacar futbolistas con talento como sí tienen las canteras europeas, más allá de que en Europa los futbolistas debutan más jóvenes y tienen la posibilidad de entrenar, jugar y hacer pretemporada con las primeras plantillas desde muy jóvenes.

Debido a ello, cada vez es más habitual la llegada de jóvenes futbolistas norteamericanos a Europa, donde de verdad pueden desarrollar su potencial. El formato americano es, en muchos casos, un freno en el desarrollo y la competitividad de estos futbolistas, llamados a llevar a la selección estadounidense un paso más allá en las grandes competiciones. De hecho, la base del combinado que ahora dirige Gregg Berhalter milita en las grandes ligas europeas.

Estados Unidos sabe que si quiere dejar de ser un segundo espada a nivel mundial en fútbol, debe abrirse a Europa y dejar volar desde muy pronto a sus mejores promesas rumbo al viejo continente, donde el nivel de competitividad —la clave para pelear con los mejores— es incomparable. Eso sí, de momento, Estados Unidos ha sabido leer esa situación y avanza firme rumbo a su Mundial tras coronarse campeón de la CONCACAF Nations League el mes pasado al imponerse a México.

Igual que los grandes talentos norteamericanos emigran a Europa, también la MLS se ha erigido como un atractivo destino para muchos europeos y latinoamericanos que ven en la competición doméstica estadounidense un escaparate y un lugar propicio en medios e instalaciones para poder desplegar su mejor fútbol. Algunos aprovechan los últimos coletazos de su carrera profesional, mientras que otros cumplen el sueño americano y explotan en suelo yanqui, como es el caso del valenciano Carles Gil (New England Revolution), MVP de la MLS en 2021.

La presencia de Leo Messi (Inter Miami) es la guinda para una competición que cuenta con el talento de futbolistas cotizados en el mercado internacional como el argentino campeón del mundo Thiago Almada (Atlanta United), el joven internacional uruguayo Facundo Torres (Orlando City), el ex de Huesca y Mallorca Cucho Hernández (Columbus Crew), el canterano culé Riqui Puig (Los Angeles Galaxy), el internacional sueco Emil Forsberg (New York Red Bulls), Federico Bernardeschi (Toronto FC) o Carles Gil (New England Revolution), entre otros muchos.

"Me gustaría jugar en Europa", Thiago Almada, futbolista de los Atlanta United

 

En Miami, junto al mencionado Leo Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets sigue jugando un exvalencianista con una espectacular carrera en el Valencia, el Barcelona y la selección española. Unai Emery (actual técnico del Aston Villa inglés) fue clave en la decisiva reconversión de Jordi Alba (L’Hospitalet de Llobregat, 1989) desde el extremo para convertirse en uno de los mejores laterales izquierdos de la última década.

Siendo muy joven entró en la potente cantera culé, la misma que lo descartó en categoría juvenil. De vuelta en Cornellà y pasados dos años, fue el Valencia el que apostó por él en un movimiento fantástico cuando el futbolista apenas había cumplido los 18 años. Una cesión al Nàstic de Tarragona precedió el aterrizaje definitivo del jugador en la primera plantilla del Valencia, donde Unai Emery apostó por él dándole minutos y poco después reconvirtiéndolo a una posición donde no había jugado antes. A pesar de las críticas, dicho cambio resultó ser clave en la carrera del futbolista.

Campeón de Europa con España en 2012, su elevada cotización y el empuje de Juan Bernat (Benfica) —otro gran producto de la fábrica de Paterna en el lateral izquierdo— llevaron al Barcelona a pagar 14 millones de euros por el hospitalense. En once temporadas en Can Barça conquistó 6 ligas, 5 Copas del Rey, 4 Supercopas de España, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.

Tras ganar la Nations League con España en junio del año pasado, el exvalencianista dio por terminada su etapa en la selección, cerrando un historial de 93 participaciones en categoría absoluta, además de sus apariciones en categorías inferiores y en la selección olímpica durante los Juegos de Londres 2012. Su retirada de la selección coincidió además con su marcha rumbo a Estados Unidos, donde junto a varios de los que fueron sus compañeros en el Barcelona estira ahora su carrera deportiva buscando ampliar un poco más su palmarés. De momento, el pasado agosto levantó la Leagues Cup, un torneo que disputan equipos de la MLS y la liga mexicana.

"Creo que soy de los jugadores más odiados en el fútbol", Jordi Alba, futbolista del Inter Miami, para El Día Después 

A nadie se le escapa que su etapa en Valencia (2007-2012) fue fundamental para su exitosa carrera, pero aún así Jordi Alba no ha mantenido la mejor de las relaciones con la grada de Mestalla. Algunas de sus acciones sobre el terreno de juego, unidas a alguna declaración fuera de lugar, han hecho del exvalencianista uno de esos jugadores que no son especialmente queridos en muchos estadios. Sin embargo, nunca se podrá decir que el Valencia no realizó un movimiento magistral rescatando a un chaval que con 18 años jugaba en la UE Cornellà, para convertirlo en el lateral izquierdo titular de la selección española en tan solo cinco años.

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email