VALÈNCIA. Nacido en El Talar y formado en la cantera de Vélez Sarsfield (en cuyo banquillo se sienta actualmente Mauricio Pellegrino), Nicolás Hernán Gonzalo Otamendi pronto destacó como un bravo y contundente central en el fútbol argentino. Su irrupción en el primer equipo fue todo un fenómeno en El Fortín y su papel resultó clave para la consecución del Torneo Clausura en 2009.
Era cuestión de tiempo. Al final de la siguiente temporada, Europa llamó a la puerta. Uno de los clubes que tradicionalmente mejor se mueve en el mercado internacional, el Oporto, aterrizaba en Buenos Aires para llevarse a uno de los defensas más prometedores de la época en el fútbol suramericano, previo pago de 4 millones de euros por el 50 % de los derechos del jugador.
Una etapa que debió ser de adaptación al fútbol europeo resultó en tres temporadas y media muy exitosas en Portugal: 3 títulos de liga, 1 Copa de Portugal, 4 Supercopas portuguesas y 1 Europa League. En su primera temporada, el central formó parte del gran Oporto de André Villas-Boas conquistando el triplete (Liga, Copa y Europa League) y compartiendo vestuario con jugadores hoy veteranos como Fernando Reges (Sevilla), Joao Moutinho (Wolverhampton), Raúl Meireles (retirado), Hulk (Atlético Mineiro) y los internacionales colombianos James Rodríguez (Everton), Fredy Guarín (sin equipo) y Radamel Falcao (Rayo Vallecano). Un Oporto histórico.
El pleno en el cupo de extracomunitarios en la plantilla del Valencia CF y el fichaje anticipado del General a cargo de Rufete (y por intercesión de Ayala) enviaron cedido al central argentino durante 6 meses al Atlético Mineiro del Brasileirao, allá por enero de 2014. El histórico club de Belo Horizonte era el actual campeón de la Copa Libertadores y contaba en sus filas con mitos del fútbol brasileño como Ronaldinho o Gilberto Silva.
"Ayala es un referente para mí"
Nicolás Otamendi para FIFA.com
Sin embargo, en la cabeza de Otamendi el objetivo estaba muy claro: asaltar una gran liga. A las órdenes de Nuno Espírito Santo, el Valencia del curso 2014/2015 completó un gran año asegurándose su vuelta a la Champions League para la temporada siguiente y desafiando a los grandes en cada partido. Se configuró un sistema defensivo muy equilibrado con Otamendi como líder y referencia, acompañado por el reciente fichaje del Levante UD, Shkodran Mustafi, en el eje de la zaga. La buena campaña de los laterales (Barragán y Gayà), de Diego Alves (Flamengo) en la portería y de un pivote defensivo omnipresente como Javi Fuego (ya retirado) permitieron al Valencia codearse con los grandes durante toda la campaña.
En Mestalla se consagró Nico Otamendi como uno de los mejores centrales del panorama europeo en ambas áreas: anotó 6 tantos en 35 encuentros de liga. Causaba auténticos estragos a balón parado con su superioridad en el juego aéreo, dejando para el recuerdo sus testarazos frente a Atlético de Madrid y Real Madrid en Mestalla, encuentros en los que la escuadra de Nuno su mostró intratable.
"En Valencia me tocó vivir una temporada increíble con un proyecto muy lindo”
Nicolás Otamendi para ESPN
El impresionante papel del General hizo imposible poder retenerlo en Valencia. El Manchester City de Manuel Pellegrini se lanzó a por él y el jugador dio su visto bueno; eso sí, el club de Mestalla ingresó algo más de 44 millones de euros por un futbolista por el que había desembolsado 12 el verano anterior.
En Inglaterra, el exvalencianista puede presumir de dos hitos capitales en el fútbol moderno. Por un lado, los títulos (2 Premier League, 4 Copas de la Liga, 2 Community Shield y 1 FA Cup); por otro, la capacidad de evolución y aprendizaje. En las filas citizen, siendo un central técnicamente limitado para sacar al balón jugado, se vio obligado a reinventarse en un equipo configurado por y para tener la posesión del esférico; un equipo en el que los centrales cargan con una gran responsabilidad en todas las fases del juego. Su trabajo táctico y técnico, sobre todo con Guardiola, permitió al argentino disputar un total de 210 partidos en 5 temporadas en Manchester: números muy importantes en un club de esa magnitud.
"Trato de tener mi personalidad dentro del campo y de superarme partido tras partido"
Nicolás Otamendi para ESPN
Su perfil como central, junto con las llegadas de centrales más jóvenes y “peloteros” como Rúben Días y Nathan Aké, llevó al exvalencianista de vuelta a Portugal el verano de 2020, en esta ocasión rumbo al Benfica de Jorge Jesus. En el club de las Águilas, el exvalencianista es una pieza fundamental tanto en el 4-4-2 tan característico del técnico luso, como en el 3-4-3 que viene planteando en este inicio de temporada. De hecho, los lisboetas presentaron ayer noche en Kiev este último dibujo, cada vez más de moda en Europa, en el empate sin goles de la primera jornada de Liga de Campeones. Como es lógico, Otamendi ocupó el margen derecho de la defensa acompañando a Morato y al veterano belga Jan Vertonghen, que actuó como líbero.
Si hay una fecha marcada a fuego y tinta en la vida y la piel de Nicolás Otamendi es el pasado 10 de julio, cuando Argentina levantó su tercera Copa América tras vencer a Brasil, su gran rival, por la mínima y en Maracaná. El bravo defensa disputó íntegros y como titular dos partidos de fase grupos y los decisivos encuentros de cuartos de final, semifinales y la gran final, donde la Canarinha no consiguió perforar la portería de Emiliano Martínez (Aston Villa) gracias, en buena parte, al oficio del central de Tigre.
A sus 33 años, este histórico título retribuye el enorme e interminable compromiso del exvalencianista con su país, sus orígenes y su selección, más allá de todos sus éxitos como profesional. Después de debutar en 2009 de la mano del más grande, Diego Armando Maradona, Otamendi tocó el cielo vestido de blanco y celeste.
"Fue un momento único e inolvidable"