VALÈNCIA. A lo largo de su historia, Brasil ha dado grandes y míticos guardametas: desde Gylmar, uno de los mejores porteros de la historia y el que le dio a la Canarinha sus dos primeras Copas del Mundo (1958 y 1962), pasando por Emerson Leao en los años 70, Cláudio Taffarel varios años después y, ya en el siglo XXI, Dida o Júlio César.
Sin embargo, es muy posible que en ningún tiempo pasado haya tenido tanto nivel la portería brasileña como en la época actual. En gran medida, los responsables son Alisson Becker (Liverpool) y Ederson Moraes (Manchester City): sin ninguna duda, dos de los mejores guardametas del mundo y dos hombres cuyo desempeño constituye un argumento esencial para entender la trayectoria de Liverpool y Manchester City, tanto en el fútbol inglés como en las últimas ediciones de la Liga de Campeones.
La portería es la base sobre la que Brasil construye a día de hoy un grupo con el que aspirar a todo de cara al próximo Mundial de Qatar. El delicado proceso de renovación lo está desarrollando con éxito Tite, un técnico con el que la Canarinha ya conquistó la Copa América en 2019. De momento, las Eliminatorias Suramericanas han sido un paseo en barca para los brasileños, que solo han cedido 6 puntos en las 15 jornadas disputadas hasta ahora. Unos números que hablan a las claras del potencial verdeamarelo y que acreditan de nuevo a Brasil como uno de los máximos candidatos al título en Qatar.
De porteros brasileños también entiende, y mucho, la afición valencianista. En los últimos tiempos, tanto Diego Alves (Flamengo) como Neto Murara (F.C. Barcelona) fueron dos piezas indispensables en los esquemas del Valencia de la última década. Primero fue el parapenaltis carioca el que cuajó muy buenas temporadas en el club y se convirtió en indiscutible. Le sucedió el actual meta suplente del Barça, que también fue titular durante sus dos temporadas en Mestalla y pudo triunfar a las órdenes de Marcelino cosechando dos clasificaciones consecutivas para Champions League y un título de Copa del Rey con Jaume Doménech bajo los palos. Ambos defendieron los colores de su país como internacionales.
No fueron los únicos. Si nos remontamos unos años más atrás, nos encontramos con Renan Brito: un guardameta que llegó a Valencia en verano de 2008 como una de las grandes esperanzas del fútbol brasileño y terminó teniendo un paso tan efímero como discreto por el club de Mestalla.
“El Valencia es uno de los clubes más importantes de España”
Renan Brito para Fútbol Emotion
Natural de Viamao (Brasil), apenas 15 kilómetros al este de Porto Alegre, Renan Brito Soares se formó en la cantera de Internacional. Dicho club lo llevó a debutar como profesional y a convertirse en un fijo en todas las categorías inferiores de la selección (lució el brazalete en el Mundial sub-20 de Países Bajos en 2005, donde Brasil quedó en tercer lugar). Su progresión fue meteórica: en 2006 batió el récord de imbatibilidad del campeonato brasileño, propiedad del mítico Cláudio Taffarel, tras mantener su portería a cero durante la friolera de 770 minutos. Aquella temporada se proclamó campeón de la Copa Libertadores y del Mundial de Clubes, así como de la Recopa Sudamericana (que vendría a ser el análogo suramericano de la Supercopa de Europa) la siguiente campaña.
“Me fijaba mucho en Taffarel”
Renan Brito para Fútbol Emotion
Sus buenas actuaciones lo llevaron a alguna convocatoria con la selección absoluta allá por principios de 2008, aunque no llegó a debutar. Ya en verano, fue llamado por Dunga para la selección olímpica de cara a los Juegos de Pekín’2008, competición en la que Brasil se colgó el bronce. Los caprichos del fútbol quisieron que ambos guardametas de aquel combinado brasileño, Diego Alves y Renan Brito, defendiesen los colores del Valencia pocos años después. Argentina, con un equipo de ensueño, conquistaba en aquellas Olimpiadas su segundo oro consecutivo.
“Esa medalla de bronce es uno de mis recuerdos más valiosos”
Renan Brito para Fútbol Emotion
La brillante trayectoria de Renan Brito en Brasil no pasó desapercibida para varios clubes europeos que andaban a la caza de un meta que aunara futuro y rendimiento inmediato. El Valencia, que seguía la pista del jugador desde hacía un tiempo, invirtió 5 millones de euros durante aquel verano de 2008 para su contratación. La secretaría técnica che acometía así el intento de designar al sucesor del irrepetible Santi Cañizares. No lo encontró en un Renan que tuvo su protagonismo al principio de la temporada, pero que se vio privado de continuidad a causa de una inoportuna lesión en el hombro y la consecuente incorporación del veterano César Sánchez proveniente del Tottenham. En total, Renan disputó 24 encuentros aquella temporada con la camiseta del Valencia.
Al no contar para Unai Emery la siguiente campaña, el meta salió cedido en busca de minutos rumbo a un Xerez CD que venía de celebrar un histórico ascenso. Se hizo indiscutible desde el principio y durante toda la temporada, ganando así en experiencia en una gran liga europea; sin embargo, no pudo evitar el descenso del equipo.
Su correcta temporada en Chapín no fue suficiente para que Unai Emery le diese una oportunidad en el primer equipo, por lo que el guardameta se vio obligado a buscar de nuevo una salida. En esta ocasión, su destino iba a ser su antiguo hogar: Internacional de Porto Alegre, donde se crio, se formó y se dio a conocer. Nada más llegar, Renan se reivindicó y siguió engrosando su palmarés: el meta protagonizó unas fantásticas semifinales y final de la Copa Libertadores, en la que los brasileños se impusieron a Chivas. Aquel verano, España levantaba su primer Mundial en Suráfrica y Renan se hacía con su segundo título de Libertadores con tan solo 25 años.
“Los porteros europeos son porteros técnicos y muy hábiles en el uno para uno. Los sudamericanos son porteros de muchos reflejos, hábiles con los pies y con muy buena lectura de juego”
Renan Brito para Fútbol Emotion
A pesar de su gran inicio en Internacional, la trayectoria del exvalencianista fue a menos. No consiguió retener la titularidad y, tras desvincularse definitivamente del Valencia en verano de 2011 y firmar como agente libre por Internacional, Renan salió por la puerta de atrás en enero de 2013 rumbo al Goiás: un club de gran tradición en el Brasileirao y una importante hinchada (unos 2 millones de aficionados) ubicada principalmente en la región Centro-Oeste del país. Con los Alviverdes, el exvalencianista acumuló un total de 129 encuentros a lo largo de 5 años.
Tras esa dilatada e importante trayectoria en Goiás, aún tuvo tiempo el exvalencianista de disputar una temporada más en la máxima categoría del fútbol brasileño. Lo hizo en el Ceará, aunque no tuvo apenas minutos. Ya muy cerca de cumplir los 34, buscó suerte en categorías inferiores: se sucedieron Sao Bento, Bento Gonçalves, Esporte Clube Pelotas, Paraná y, desde el pasado julio, el Marcílio Días de Serie D.
A la postre, aquel portero sin sangre que pasó de puntillas por Valencia no solo guarda en su casa un gran palmarés, sino que a sus 37 años recién cumplidos todavía tiene cuerda y está en forma para mostrar día a día que sus logros no llegaron por casualidad. ¿Hasta cuándo, Renan?
“Si hay algo de lo que me sienta especialmente orgulloso es que siempre intento trabajar y ser positivo para mejorar. Parte del mérito de llegar hasta aquí lo tiene este trabajo”
Renan Brito para Fútbol Emotion