VALÈNCIA. El Eibar de ayer fue el más débil que se recuerda en Orriols. Pese a las virtudes de siempre del once de Mendilibar (orden táctico, intensidad, ambición) quedan a la intemperie excesivas carencias individuales. Sobre todo en la zaga, muy vulnerable.Y pese a ello pudo llevarse de Valencia su primera victoria del curso. No hubiese sido merecido pero pudo hacerlo por dos motivos: porque sus extremos centran balones al área como si hubiesen inventado el fútbol; y sobre todo porque en el 80', tras un sofoco bíblico, practicaban la presión en todo el campo, porfiando por la victoria hasta el último suspiro.
••• El Llevant perdió toda su frescura sobre el minuto 60'. Se dejó dominar por el Eibar, poco a poco, y muchos de sus futbolistas se mostraron exhaustos, algo demasiado corriente y que provoca abundantes imprecisiones. Es cierto que Vezo cometió errores en todas las fases del partido, pero no lo es menos que en la última parecía interesado en regalar balones al rival en zonas peligrosísimas. Su peor partido como granota, sin duda. Algo que, unido a su aparente sobrepeso, es muy preocupante. Futbolistas que acabaron el partido y Morales que se marchó en el 85' estaban fundidos desde mucho antes. Llegar al 60' tan limitados por el físico está pasando factura, sin duda. Hablamos de la tecla con la que no da Paco López. ¿Y si el estado de forma fuese la clave?
••• Porque ayer al menos, en la primera mitad, el Llevant fue superior al Eibar, generó más peligro y más ocasiones y por momentos tuvo fogonazos de gran fútbol. Rochina alternó pases magistrales con errores que pudieron ser letales, Campaña se pareció, en instantes fugaces, a la mejor versión de sí mismo, los laterales subían las bandas con desparpajo, Melero forzaba recuperaciones y colaboraba en la circulación… De haber tenido el Llevant un poco de acierto, los armeros pudieron llevarse al vestuario una cierta renta en contra. Quien perdona, la paga, ya saben.
••• En la reanudación el Llevant prácticamente renunció al centro del campo. Y desde que el Eibar empezó a constatar su superioridad física, los granota se conformaron con lanzar algún latigazo a la contra. Paco López cambió en el 60' a Roger, uno de los que se machaca en el gimnasio en su tiempo libre para tener resuello con que pelear cada balón como un titán. Se marchó al banco él, que tiene el don del gol, y no Mayoral, perdido en tierra de nadie, que tuvo dos claras, una en cada mitad y desaprovechó ambas. En la grada se escuchó que Roger no la había olido. Su fútbol es así. No tiene que olerla. Tiene que enchufar la que le llegue. Los arietes viven de eso. Hubo una internada de Campaña en la primera mitad en que Roger estaba con el gatillo en el corazón del área, pero el sevillano desaprovechó el pase de la muerte cantado. Los partidos son detalles: esa decisión pudo haberlo cambiado todo. En el 70' entró Radoja, que contribuyó a que el equipo tomara aliento, pero el míster renunció a la chispa de Bardhi, siendo que el equipo ni siquiera generaba ya ocasiones ni apenas mantenía la posesión el balón. Optó por Hernani, pero ya en el 85'.
••• ¿Y si el problema no es de sistemas ni de elecciones de futbolistas, sino de empuje e intensidad, de piernas frescas capaces de obedecer con precisión al cerebro?Se escaparon tres puntos ante el Eibar más asequible. Y, no obstante, ayer,pese a la mala segunda parte, a las carencias físicas y a las imprecisiones en el último pase y en los remates a gol, el Llevant sí mostró un cambio esencial en su fútbol respecto a los 4 partidos anteriores: por momentos combinó con inteligencia y profundidad, y tuvo un sinfín de ocasiones de gol, el doble que el rival. El síntoma nefasto es que el Eibar, con tan pocos argumentos, estuviera a punto de llevarse la victoria.
El comentario, por Borja Bens
Cualquier cosa pudo suceder en el partido de ayer, pero el caso es que al final pasó lo de siempre: el duelo entre blaugranas valencianos y vascos acabó en empate. Las caras nuevas respecto al once del Bernabeu (Cabaco, Melero, Roger) y el 4-4-2 generaron cierta ilusión en la grada, pero ni los pasadores la pusieron donde debían, en el último pase, ni los remates tuvieron acierto. Además, la mayoría de las opciones de gol que tuvo el Eibar fueron como consecuencia de errores en las constantes salidas de balón. Para más inri, todos los miembros del once no se entregaron al 100%, con lo que otros tuvieron que esforzarse más por mantener el partido vivo.
Las claves, por Borja Bens
••• Paco hizo rotaciones pero no con sus intocables. Sin embargo, prescindió de uno de los mejores en el inicio liguero. Vukcevic hubiera aportado ayer el trabajo que faltó en la medular.
••• Los presuntos suplentes alineados ayer demostraron estar al nivel de cualquier titular o mejor.
••• Los laterales han defendido bien y han aportado mucho juego al ataque.
••• Se ha arriesgado mucho en la salida de balón y ello ha ocasionado excesivo peligro para la meta de Aitor.
UNO A UNO: Aitor (7); Clerc (8), Cabaco (6),Vezo (3), Miramon (8); Campaña (5), Melero (6) (Radoja (5) 70'), Rochina (4), Morales (5) (Hernani (sc) 85'); Roger (5)(León (5)60') y Mayoral (5)
Paco López (5).